Amid.cero9: del objeto físico al objetivo humano

La arquitectura reformulada desde el punto de vista de las personas. La construcción de un edificio que comienza no por sus cimientos, sino por su jardín. Amid.cero9 plantea ideas revolucionarias en su concepción de los espacios.  El estudio participó en la clausura del primer ciclo de charlas Espacio y Materia, organizado por el blog Tectónica en Finsa 21, y desde Connections by Finsa tomamos buena nota de sus lecciones experimentales.

 

Catorce años en el desarrollo de un proyecto indudablemente influencian los modos de trabajar de un estudio de arquitectura, hasta la propia manera de entender la profesión. Cristina Díaz Moreno y Efrén García Grinda -o lo que es lo mismo, Amid.cero9– compartieron sus inquietudes ontológicas en el último encuentro del ciclo Espacio y Materia organizado por el blog Tectónica en Finsa 21. En esta ocasión única de compartir experiencias y saberes, hubo tiempo para departir sobre uno de sus proyectos más relevantes, la Fundación Giner de los Ríos, por la que fueron galardonados con el premio COAM 2015, así como sobre su propio devenir como estudio.

 

LA GENTE COMO CONTEXTO ARQUITECTÓNICO

Cristina y Efrén no saben si considerarse arquitectos «o más bien personajes ávidos de comernos el mundo, muy exagerados y exuberantes». El estudio lo pisan poco, después de muchas visitas a los edificios, «experimentando por dentro y luego regresando al estudio a hacer otras cosas». Entre esas otras cosas, revierten el significado de la arquitectura: «en estos últimos catorce años hemos apreciado que la arquitectura siempre ha tenido problema en identificar y definir a los seres humanos, y particularmente, en cómo integrarnos en nuestras culturas y modos de vivir».

Adelantan un precepto: la gente como contexto arquitectónico. «Hemos hablado demasiado de términos como el cliente, el usuario, la propiedad, la audiencia… Y nos pareció una oportunidad reformular esa idea preconcebida del espacio desprovisto de personas. El espacio no está vacío, es un lugar de relación donde se tejen vínculos entre las personas y los objetos, es pura interacción», sostienen.

Esta idea ha hilado algunos de los proyectos del estudio. Como ejemplo citan el Vaticano gay, «un espacio público en la costa del Pacífico que se desarrolla a lo largo del tiempo y que atrae a esa comunidad a un lugar donde no está regulado lo que ocurre», detallan.

También bebe de esta vertiente una respuesta al turismo de masas en Grecia para la bienal de Arquitectura de Venecia. «Nos basamos en la contra-rutina, en ese hedonismo de despertarse tarde y compartir una paella con la familia como alternativa al turismo de masas» matizan apasionadamente.

Vaticano gay. Obra de Amid.cero9
Vaticano gay. Obra de Amid.cero9

También bebe de esta vertiente una respuesta al turismo de masas en Grecia para la bienal de Arquitectura de Venecia. «Nos basamos en la contra-rutina, en ese hedonismo de despertarse tarde y compartir una paella con la familia como alternativa al turismo de masas» matizan apasionadamente.

Aegean Paradise, proyecto realizado por Amid.cero9
Aegean Paradise, proyecto realizado por Amid.cero9

En estos dos ejemplos se plasma la esencia que buscaban desde el estudio, «cómo elegir un estilo de vida puede ser la base de muchas decisiones arquitectónicas, y cómo conscientemente debemos trabajar sobre ellos, porque muchos de estos grupos, como la comunidad LGTB, son respuesta a la cultura dominante hegemónica» explicitan.

El razonamiento indaga en el estado de la cuestión de la arquitectura, «la cual podemos intelectualizar, pero debe tener niveles de lectura y contacto con la realidad no solo a través de la retórica, también a través de los afectos con las cosas que nos interesan», afinan.

 

LA ARQUITECTURA BOTÁNICA

Teniendo en cuenta el planteamiento arquitectónico centrado en las personas, el proyecto que Amid.cero9 presentó para la reformulación de la Fundación Giner de los Ríos no podía prescindir de un enfoque claramente humanista. El mismo enfoque que esa Fundación, la Institución Libre de Enseñanza, compartía en su esencia.

La Institución se ideó en 1876 como un laboratorio de experimentación constante en el que se enseñaba a enseñar a los profesores, teniendo como pilar que la modernidad de un país radica en educar a sus generaciones más jóvenes. Este icono de la modernidad fue destruido con la llegada de Franco, sus libros y su jardín fueron quemados para conceder ese fin a una institución religiosa.

¿Cómo se retoma a nivel arquitectónico la manera de pensar de Giner de los Ríos desde una perspectiva contemporánea? Giner de los Ríos consideraba el paisaje como una construcción cultural. De hecho, las excursiones formaban parte de su programa educativo como una herramienta para que los niños entrasen en contacto con la realidad mediante la experiencia directa. «Como consecuencia, en lugar de preocuparnos por el edificio en primera instancia, nos preocupamos por el jardín. El jardín pasó a ser el centro de las preocupaciones y el edificio es el que da forma al jardín, es un fondo para él» explican.

01_GdlR-ILE_15_1024px

El jardín, desde su propio suelo, fue reconstruido. «Lo hicimos con especial mimo porque queríamos que todas las especies pudiesen vivir, con sus hojas caducas que cambian constantemente de colores y que tienen conexión inconsciente con la meseta de Castilla. El jardín es un fragmento de ecología artificial, al tiempo que es salvaje, que mantiene la competencia de especies sobrecargando de plantas el sitio para que cada una encontrase su nicho», argumentan. «En definitiva, para nosotros fue una revelación, ya que ese espacio no se asociaba a una sola función, veíamos las conexiones de un jardín renacentista con la naturaleza, la tecnología… al igual que ocurre con la arquitectura. Consideramos los edificios como un microcosmos, pequeñas cosmologías gracias a las que no vemos ni un lobby ni un invernadero, sino algo entre medias. Ampliando siempre nuestros mundos», concluyen.

Live a Reply