Venecia es la ciudad del amor, la ciudad de los canales… y la ciudad de las bienales. Dentro de una semana se inaugura una nueva edición de la Bienal de Arquitectura y allí ha sido invitado a mostrar su obra el estudio Paredes Pedrosa. “Nos encontramos a gusto trabajando en programas de carácter cultural”, confiesan, y en ellos se centrará la muestra que se podrá visitar durante los próximos seis meses en el Pabellón Central de la Bienal de Venecia.
Hoy hablamos con Ángela García de Paredes e Ignacio Pedrosa, el corazón de este conocido estudio, que va camino de cumplir 30 años y sigue recibiendo reconocimientos como el primer día.
- ¿Qué supone para un arquitecto exponer su trabajo en la Bienal de Arquitectura?
Presentar estos seis proyectos en la Bienal de Venecia 2018 nos produce satisfacción, responsabilidad y agradecimiento hacia las comisarias de esta edición, las arquitectas irlandesas Yvonne Farrell y Shelley McNamara, por su invitación.
Es un doble reto. Por un lado, significa una reflexión sobre una parte importante del trabajo que hemos realizado durante los últimos años. Desde proyectos acabados hace 15 años a proyectos actualmente en ejecución. Pero también supone intentar transmitir un grado de coherencia en los intereses de nuestro trabajo, tanto en los programas como en los mecanismos de proyecto que utilizamos y, en esta ocasión en concreto, con los sistemas espaciales de nuestros proyectos y su relación con el espacio público.
- ¿Qué se encontrará quien visite su exposición en Venecia?
El análisis de los espacios de seis edificios proyectados por nuestro estudio que tienen en común el carácter público y cultural de su programa. Museo, biblioteca, auditorio, teatro… son programas con necesidades concretas, pero también tienen en común la condición de alojar en su interior una parte de espacio público, una continuidad natural del exterior que le antecede, con el que se funde en ocasiones. Hemos centrado nuestra atención en estos espacios interiores que carecen de carácter íntimo, que son genéricos y ambiguos pero necesarios porque son de paso obligado, y que tienen que preparar al visitante para el acontecimiento concreto al que va asistir.
- ¿Qué otros proyectos tienen en marcha, además de la exposición en la Bienal de Arquitectura?
En los meses pasados hemos finalizado una compleja obra de rehabilitación en el interior de la sede del Banco de España en Cibeles y estamos construyendo la Biblioteca Pública de Córdoba, uno de los proyectos que se podrá ver en la Bienal. En estos momentos estamos trabajando en el desarrollo de dos proyectos correspondientes a dos concursos que hemos ganado recientemente: una residencia asistida para personas mayores en Palma de Mallorca y el Colegio Español en Rabat. Además, actualmente dedicamos nuestro esfuerzo al concurso para el proyecto del Pabellón de España en Dubái 2020, que debe dar respuesta a cuestiones muy interesantes sobre los edificios públicos.
- ¿Hacia dónde les gustaría dirigir su trabajo y el del estudio en el futuro?
Nuestro estudio ha tenido siempre una dimensión controlada y, sin embargo, el alto grado de implicación de todos sus miembros nos ha permitido acometer trabajos de cierta importancia. Nos encontramos a gusto trabajando en programas de carácter cultural pero también nos atraen los de escala urbana, oficinas y programas residenciales.
- Diseño, realización de bocetos, supervisión de obra… ¿Qué faceta de su trabajo disfrutan más y por qué?
Es necesaria la máxima intensidad en todas las fases que implican la calidad final del edificio. Nos resulta difícil concebir las distintas etapas puedan ser compartimentos estancos. Y trabajar simultáneamente sobre varios proyectos en los distintos aspectos -concurso, desarrollo de proyecto y dirección de la obra- es beneficioso y enriquecedor para nosotros y para resultado final.
- ¿Qué les inspira en su día a día?
La propia realidad cambiante y vibrante de los tiempos que vivimos, que suministra incesantes cantidades de información, se convierte en un motivo de inspiración, si se puede llamar así… Aunque quizás mejor decir que es un buen argumento para pensar sobre nuestro trabajo.
- ¿Cómo conectan con lo que les interesa? ¿Son más digitales o analógicos?
La tecnología actual introduce los medios digitales con tanta fuerza que no es posible resistirse a su uso. Hay, y seguramente habrá siempre, una cierta convivencia de lo analógico y lo digital, aunque la velocidad e inmediatez de lo digital imponen su utilización. Nuestro estudio se adaptó con naturalidad a las entonces nuevas tecnologías hace más de 25 años y nos ha permitido evolucionar al ritmo adecuado, siempre con el contacto próximo de los libros que se han ido acumulando en las estanterías.
- ¿Cómo desconectan para reponer fuerzas y continuar el trabajo creativo?
En este campo tenemos un déficit mayor del deseable. Las actividades de evasión, tan necesarias, no ocupan mucho de nuestro tiempo. La lectura, la música y los viajes siempre han tenido, en nuestro caso, una vinculación muy estrecha con nuestra propia actividad profesional o docente, en las que hay una continuidad con la vida.
- ¿Qué define a un buen arquitecto o arquitecta?
Evidentemente, sus obras. Sobre todo cuando se ven con la perspectiva del tiempo.
- ¿Alguna vez han pensado qué estarían haciendo ahora, si no se hubiesen dedicado a la arquitectura?
Ignacio: Me cuesta imaginarme en otra actividad porque esta es la que me gustaría hacer bien, pero quién sabe, quizás estaría pintando y dibujando.
Ángela: También me cuesta imaginarlo, pero siempre me atrajeron la historia, el arte y la literatura. ¡Y siempre escuchando música!
- ¿Con qué profesional de la arquitectura les gustaría conectar? ¿Cuáles son sus referentes en arquitectura?
Además de los maestros del movimiento moderno y de las generaciones posteriores a la II Guerra Mundial, que siempre nos han atraído -Louis Kahn, James Stirling, Jorn Utzon, Arne Jacobsen o Eero Saarinen-, hay otros arquitectos, como Siza Vieira, que mantienen un atractivo continuo para nosotros.
