¿Cómo son las ciudades inclusivas? 4 ejemplos

Pasar de la ciudad para trabajar a la ciudad para vivir y disfrutar. La planificación urbana ha comenzado a dar un giro hacia un urbanismo inclusivo. Peatonalización, movilidad y sostenibilidad son los ejes de ese entorno urbano amable para los niños, las mujeres y los mayores. Aquí os presentamos algunos ejemplos de ciudades que han apostado por el cambio.

Barcelona, participativa

Uno de los pilares del urbanismo inclusivo es la participación. Que los ciudadanos intervengan en la planificación del lugar en el que realizan su vida. Es la fórmula que permitirá conocer y satisfacer las necesidades de todo el mundo, sin caer en la exclusión.

Barcelona es un ejemplo de esto. El objetivo: promover un urbanismo inclusivo para construir una ciudad más equitativa y segura. Para ello, el Ayuntamiento ha editado un Manual de urbanismo de la vida cotidiana, una guía para conseguir esa ciudad que atienda a las necesidades de los colectivos más vulnerables como las mujeres, las personas mayores y la infancia. Así, la ciudadanía interviene en la transformación de la movilidad, el espacio público y los barrios.

 

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Viena, feminista

¿Para quién se hacen las ciudades? La arquitecta Izaskun Chinchilla lo tiene claro: “Vivimos en ciudades pensadas por y para hombres, de entre 35 y 55 años, que conducen y van a trabajar en automóvil privado”.

Eso, sin embargo, está cambiando al incluir la perspectiva de género en la planificación urbana. Hacer urbes para la mujer ciudadana, trabajadora y cuidadora. El urbanismo feminista, no solo repercute en una mayor inclusión de la mujer, sino que extiende sus beneficios a la ciudadanía en general, especialmente a niños y mayores.

Viena es uno de los ejemplos gracias a un proyecto que comenzó hace una década de la mano de la ingeniera Eva Kail. El objetivo era lograr que las calles se convirtieran en lugares para disfrutar y vivir, no solo en zonas de paso.

La mejora de la iluminación, de los espacios verdes, de la movilidad o la peatonalización, fueron algunos de los logros que convirtieron a Viena en una de las ciudades con mayor calidad de vida.

 

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Pontevedra, la ciudad de los niños

Si lo que prima en la ciudad es la productividad ¿qué lugar queda para los niños? Es el planteamiento que el pedagogo Francisco Tonucci hace en “La ciudad de los niños. Se trata de que los más pequeños vuelvan a tomar las calles. Que recuperen su derecho a jugar, a vivir en un entorno seguro y cómodo en el que puedan desplazarse con seguridad y vivir experiencias por sí mismos.

Un ejemplo: Pontevedra. Las peatonalizaciones han eliminado prácticamente la totalidad de los coches del centro. El 70% de los desplazamientos se hacen a pie o en bicicleta. Hay caminos escolares seguros. Los niños vuelven a ocupar su espacio.

 

Curitiba, la ciudad inclusiva

Todo lo anterior se puede aunar en una única ciudad: la localidad brasileña de Curitiba. El arquitecto y urbanista Jaime Lerner inició su transformación tras su primera llegada a la alcaldía en los años 70.

¿Cuáles son los logros? Eliminó los vehículos de la principal avenida comercial de la ciudad convirtiéndola en la primera calle peatonal de Brasil. Prescindió del metro para idear un sistema de transporte basado en el bus rápido con paradas tubulares, que después de implementó en todo el país.

Lerner habilitó espacios verdes de convivencia. Actualmente, Curitiba cuenta con más de 30 parques y bosques, lo que se traduce en 50 metros cuadrados de área verde por habitante. Y estableció un innovador sistema de gestión de residuos involucrando a los ciudadanos desde niños.

 

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¿Quieres conocer más sobre el urbanismo inclusivo? No te pierdas nuestro reportaje en profundidad.