5 avances tecnológicos en planificación urbanística

Más de la mitad de la población del mundo, un 56% según el Banco Mundial, vive en zonas urbanas, donde se produce más del 80% del producto interior bruto (PIB) global. Lejos de haber alcanzado el pico de crecimiento, se espera que en las próximas décadas se siga produciendo ese desplazamiento masivo hacia las ciudades y que en 2050 vivan en ellas casi 7 de cada 10 personas.

Esto genera una serie de retos en el campo de la planificación urbanística: ¿cómo garantizar la calidad de vida de quien habita (y habitará) estos núcleos de población? Gestionar asuntos como el tráfico, la energía, la creación de espacios más humanos y sostenibles o asegurar el acceso a servicios básicos a no mucha distancia se convierte en clave para las ciudades del futuro, algo para lo que la ayuda de la tecnología será fundamental. Estos son algunos avances tecnológicos que ya han salido al rescate en la planificación urbana.

 

Semáforos con inteligencia artificial

El proyecto Green Light de Google usa la IA para optimizar los semáforos a partir de sus datos de flujo de tráfico de vehículos, con lo que se reducen los gases contaminantes. Está siendo usado ya en 12 ciudades de todo el mundo.

 

IA para saber dónde plantar árboles

Las zonas verdes, especialmente los árboles, absorben CO2 y mejoran el aire de las urbes, pero no son igual de eficaces en todas las zonas. Para ayudar a saber dónde plantar árboles para reducir el máximo de emisiones, IBM ha desarrollado una herramienta que usa la IA, imágenes aéreas e información sobre el aire para detectar dónde plantar qué. El prototipo se probó en Manhattan (Nueva York).

 

Gemelos digitales para una ciudad de 15 minutos 

Barcelona está desarrollando un gemelo digital —una réplica virtual— que permita evaluar si es una ciudad de 15 minutos y si las distintas intervenciones que se van haciendo cumplen con este tipo de modelo.

 

Big data para facilitar el uso de la bicicleta

Copenhague (Dinamarca) es una de las ciudades con mayor número de ciclistas. Para gestionar su tráfico y garantizar su seguridad, la Administración local ha instalado sensores por toda la urbe, a través de la que obtiene información sobre las horas punta de los ciclistas, sus rutas comunes o sus velocidades, datos que ya se han utilizado para mejorar la infraestructura.

 

Farolas con wifi o sensores sísmicos

Más allá de utilizar la tecnología para ahorrar en iluminación (a través de sensores de movimiento, por ejemplo), el potencial de las farolas, un mobiliario urbano que recorre las calles, es enorme. En un whitepaper de Intel se proponían usos como emisores de señal wifi o sensores sísmicos, además de indicar que podrían ayudar a controlar el tráfico, ayudar al aparcamiento o a prevenir el crimen, entre otros.