Lo barato no siempre sale caro, e incluso en ocasiones, puede superarlo o cuanto menos, darle una vuelta al lujo. La tendencia low cost no solo quiere ofrecernos productos y servicios a buen precio, ahora también nos puede proporcionar el plus de diseño y marca. Destacamos los casos más sonados y polémicos en los que el low cost y la cultura popular y mainstream han cambiado al high cost.
- Zara, icono de la moda low cost. La compañía gallega nos vende una imagen de moda aspiracional al nivel de las grandes firmas de lujo. Ojo, que ya hay “marcas blancas” asiáticas que a su vez replican a Zaraya hay “marcas blancas” asiáticas que a su vez replican a Zara y ofrecen una prenda todavía más económica.
- Sin imitaciones, a la última y por el mínimo coste. Así es la filosofía de Primark, la marca que más tira sus precios mientras sigue los iconos de cultura pop más actuales. ¿Está de moda la película de La bella y la bestia? Pues la marca irlandesa saca una línea de productos que causan furor.
- Alianzas low cost que crean high cost. HM, la firma de moda con precios asequibles, ha realizado distintas colaboraciones con marcas de lujo para lograr alcanzar más público sin renunciar a su imagen. No es un caso aislado, ya se ha convertido en una realidad el que ambas tendencias tengan que convivir e incluso aliarse.
- IKEA crea moda por cincuenta céntimos. La bolsa Frakta de IKEA se convirtió en objeto de inspiración para Balenciaga, quien aumento en 1.695’5 euros el precio de la idea original para vender su bolso. Por cierto, la respuesta de IKEA para distinguir su bolsa del bolso, genialísima. Siguiendo esta tendencia, el diseñador Reilly rizó el rizo en esta curiosa reinterpretación de las firmas de lujo en marcas mainstream.
- Cali-mocho glamouroso. Pepsi ha decidido tomar el clásico calimocho de toda la vida y venderlo como un cóctel sofisticado. Hemos comprobado que no se trata de ninguna broma viral en redes sociales.