“El futuro será sostenible o no será”. La pareja de arquitectos Belén Moneo y Jeff Brock lo tienen claro. Desde su oficina madrileña de Moneo Brock, el estudio que crearon en Nueva York en 1993, afrontan proyectos en todo el mundo, desde Estados Unidos a México. Belén y Jeff comparten filosofía de vida y una misma visión sobre la arquitectura y la labor del arquitecto. Hoy tenemos la suerte de ‘conectarnos’ con ellos.
- ¿Qué os gustaría contar de vosotros al margen de lo que ya conocemos de Belén Moneo y Jeff Brock como profesionales?
Nos gusta tener tiempo libre y disfrutar de la vida.
- ¿Qué otros proyectos tenéis, además del estudio Moneo Brock?
_2B space to be es un espacio dedicado al arte asociado a nuestro estudio. Híbrido y multidisciplinar, puede acoger exposiciones, proyecciones, performances, instalaciones, talleres, charlas y encuentros. Lo lanzamos en 2014 cuando inauguramos nuestra nueva sede en Madrid. Su naturaleza distendida concede a los artistas libertad a la hora de proponer el tipo de trabajo, mezclando distintas disciplinas en diferentes formatos y eventos. A nosotros nos permite tomar el pulso de la situación actual y decidir de manera flexible el programa a seguir. De esta manera podemos acoger una mayor diversidad de propuestas.
También acabamos de lanzar nuestra propia tienda online de diseño de producto, PRODUCT DESIGN by Moneo Brock. A través de ella queremos expandir nuestro mercado, afianzar esta línea de trabajo y ampliar la producción.
- ¿Hacia dónde os gustaría llevar Moneo Brock en un futuro próximo?
Pensando en el futuro, en Moneo Brock estamos interesados en la búsqueda y aplicación de soluciones sostenibles en los proyectos que tenemos en marcha, desarrollando nuevas líneas de trabajo. En este sentido, acabamos de lanzar SUMA POSITIVA, un proyecto muy emocionante de viviendas sostenibles de diseño que generan más energía de la que consumen. Creemos firmemente que la arquitectura sostenible mejora nuestra calidad de vida y que la prefabricación ayuda a reducir la producción de residuos y a conseguir un producto de mayor calidad. El futuro será sostenible o no será.
- Diseño, realización de bocetos, supervisión de obra… ¿Qué faceta de vuestro trabajo disfrutáis más y por qué?
Sin duda lo que más nos motiva es el aspecto colaborativo de nuestra actividad. En el estudio estamos continuamente conversando, con el resto del equipo, clientes, técnicos, colaboradores externos… El resultado es una búsqueda constante de lo mejor, afinando nuestra idea de los valores que plasmamos en lo que hacemos, buscando el consenso, la confirmación de nuestras ideas y la belleza. Somos fundamentalmente animales sociales y esta conversación continua nos mantiene ágiles. ¡Además de hacerlo todo más divertido!
- ¿Qué os inspira cada día? ¿Tenéis algún ritual, consultáis alguna publicación que sea para vosotros como una biblia…?
Belén Moneo: La inspiración surge de poder viajar y apreciar la variedad de soluciones que encontramos en culturas ajenas a la nuestra.
Jeff Brock: Ahora estoy en Praga. Aquí me he encontrado una red de tranvías que es una obra civil de belleza extraordinaria, perfectamente integrada con el tejido urbano y con una sofisticación impecable en su diseño. La calidad del servicio público de transporte reduce el número de coches en el centro, lo mismo a lo que aspiramos en Madrid.
- ¿Cómo conectáis con lo que os interesa? ¿Sois más digitales o analógicos?
Analógicos, sin duda. Trabajamos mejor con lápiz y papel, aunque recientemente hemos descubierto lo de eficaz y divertido que es dibujar en una tableta. Por eso nos rodeamos de un equipo muy joven en el estudio, que incorpora la tecnología más puntera a nuestros procesos de diseño, desde modelado 3D al trabajo en BIM.
En cuanto a la difusión digital de la arquitectura, creemos que para apreciar realmente el espacio o para evaluar una solución material, hay que ver y tocar la materia física.
- ¿Cómo desconectáis cuando necesitáis relajaros y retomar fuerzas para continuar vuestro trabajo creativo?
Pasamos tiempo con nuestros hijos, salimos al campo, visitamos exposiciones, vamos a conciertos, vemos películas, series… ¡y hacemos bricolaje en casa! Casi no trabajamos en el estudio los fines de semana. Cambiar de actividades y de entorno nos ayuda a recargar energía.
- ¿Qué define a un buen arquitecto?
Un buen arquitecto no tiene prejuicios. Escucha las voces en su cabeza con escepticismo y busca alternativas a cada solución que amenaza con la autoridad de lo “predeterminado”. Además, no tiene miedo a proponer soluciones que se saben aprovechar de las formas y los métodos convencionales, precisamente porque ha evaluado las alternativas con un ojo crítico.
- Si no os hubieseis dedicado a la arquitectura, ¿qué creéis que estaríais haciendo ahora?
Trabajando con nuestras manos, sin duda. Tendríamos un taller de un tipo u otro, seguramente mezclando materiales y técnicas en nuestras creaciones. Pero echaríamos de menos el aspecto colaborativo de la arquitectura. Quizás nos adentraríamos en el mundo del arte o, mejor, de la escenografía de teatro o del cine para tener esta experiencia de trabajo en equipo que nos encanta.
- ¿Con qué profesional de la arquitectura os gustaría conectar?
Nos gusta mucho la colaboración estrecha tanto con ingenieros de estructuras como con artistas. Nos apasionan las estructuras y el ingenioso y elegante tratamiento de materiales. También el mundo de arte en su faceta más urbana. Nos gustaría mucho colaborar con Daniel Canogar u Olafur Eliasson en proyectos de espacio público.
- ¿Cuáles son vuestras referencias en arquitectura?
Giulio Romano, Louis Kahn, los modernistas europeos, los arquitectos japoneses y portugueses contemporáneos… ¡Es una pregunta imposible de contestar!