Innovador, sostenible y comercialmente disponible. Esas son las claves para que un material entre a formar parte de la materioteca de Material ConneXion Bilbao, centro especializado en la búsqueda y asesoramiento en materiales innovadores. Su director, Unai Etxebarria, está convencido de que la innovación es la clave de la competitividad y trabaja desde su puesto para fomentarla. Hablamos con él del presente y el futuro de los materiales.
Como director de Material Connexion Bilbao está siempre rodeado de materiales, ¿qué define un buen material?
En primer lugar, es muy importante que conozcan sus propiedades físicas y su comportamiento en determinadas condiciones de trabajo, que sea previsible para quien trabaja con él. Además, a nosotros y a nuestros clientes nos importa mucho que sea sostenible y que esté comercialmente disponible. Cuando se trabaja en el mundo de la innovación se ven muchos materiales que son fantásticos sobre el papel pero que cuando uno quiere trabajar con ellos no están a escala industrial y es imposible trabajar con ellos a nivel comercial.
¿La elección del material correcto puede ser la clave del éxito o fracaso de un diseño?
La elección del material adecuado es clave. Hay un vínculo muy estrecho entre diseño y materiales: los nuevos conceptos de diseño demandan nuevas propiedades a los materiales, que vayan más allá, y, a su vez, el desarrollo de nuevos materiales posibilita a los diseñadores generar nuevas ideas y propuestas de producto. Ambos se retroalimentan e interrelacionan.
¿Cómo ha evolucionado el objetivo de Material Connexion desde su nacimiento hace 20 años hasta la actualidad?
En su origen nace como un archivo de materiales, una clasificación de muestras, una base de datos con gran cantidad de información clasificada de manera ordenada. Progresivamente ha ido evolucionando hacia la asesoría, porque los diseñadores, arquitectos… plantean retos complejos que exigen un interlocutor. La elección del material conlleva una serie de consideraciones que hay que tener en cuenta y una simple biblioteca de materiales no da respuesta a todo eso. Para eso se ha ido creando un equipo de personas que contextualizan su aplicación.
Entonces, un profesional del diseño indica las características del material que busca para su proyecto y ustedes le asesoran en base a los fondos de su materioteca.
También nos puede plantear si quiere transmitir determinados valores, o si tiene que trabajar con determinadas cantidades, o necesita personalizarlo, o tiene unas limitaciones geográficas… Tenemos en consideración todas esas particularidades.
¿Más allá de lo técnico se trabaja con valores que llegan a lo emocional?
Efectivamente, no es solo información, tenemos muy en cuenta lo emocional o sensorial, aspectos muy importantes de los materiales. Para eso está la parte física de la materioteca.
¿Qué pesa más para la inclusión de un nuevo material?
Los tres factores fundamentales son: que sea realmente innovador, que sea sostenible y que esté comercialmente disponible. Nuestra vocación es dar un servicio al profesional, así que nos interesa que los materiales que proponemos realmente se puedan utilizar.
¿Algún ejemplo de alguna incorporación reciente?
El tablero superPan de Finsa es una propuesta hecha desde Bilbao, y ha generado cierta sorpresa porque el sector de la madera es un sector con muchos años a sus espaldas y podemos pensar, equivocadamente, que ya lo hemos visto todo. Este material presenta unas características innovadoras, hay diferentes versiones… Tiene unos argumentos muy interesantes.
Tenemos materiales de diferentes ámbitos, muchos para arquitectura pero también para el ámbito industrial. Otro ejemplo, un material hecho a base de fibras naturales de desechos agrícolas que emplean un hongo como aglutinante y da como resultado un sustituto de poliespan, que es muy contaminante. Estaba destinado al packaging, pero hemos descubierto que tiene propiedades aislantes térmicas y se empieza a utilizar en construcción sostenible. Esta es otra de las funciones de la materioteca, identificar nuevos usos para materiales que ya existen, que nacen enfocados a una aplicación concreta pero tienen otros ámbitos de aplicación.
¿Cómo llega Material ConneXion a España? ¿Hay un interés especial en nuestro país por la innovación en materiales?
En Bilbao, la experiencia positiva vinculada al Guggenheim ha servido para difundir la creencia de que elementos como la arquitectura o la cultura pueden generar bienestar en la sociedad. Siguiendo esta filosofía, el BV Design Council estableció un plan para convertir a Bilbao en ciudad del diseño, que incluía la creación de una biblioteca de materiales. Se contactó con Material ConneXion en Nueva York y el proyecto fue puesto en marcha por Material Connexion Milán, la sede europea de con mayor antigüedad. Aquí había una sensibilidad hacia este tema.
Su biblioteca de materiales combina un archivo físico y una base de datos digital. ¿Cómo conviven lo analógico y lo digital?
La materioteca es una sola: tiene una parte digital única y común para todas las sedes, y después están las exposiciones físicas, las muestras de los materiales. Ambas se complementan. Lo digital tiene la ventaja de poder almacenar gran cantidad de información de manera muy cómoda y cuenta con filtros y motores de búsqueda que facilitan el acceso al usuario. Pero cuando un diseñador está trabajando le gusta saber qué va a transmitir ese material, cómo se va a ver, y no es lo mismo ver las cosas en una pantalla que verlas al natural, tocarlas, olerlas…
¿Cómo se responde al reto de la rápida evolución actual de los materiales?
Precisamente nosotros aspiramos a que nuestros socios puedan estar al día de lo que pasa en el mundo de los materiales. La razón de ser de la materioteca es poner orden, filtrar y hacer accesibles las novedades que hay en el mundo de los materiales, que son muchísimas. En parte lo logramos gracias a nuestra red. El mundo de los materiales es tan grande y está ocurriendo simultáneamente en tantos lugares que una sola entidad no podría abarcarlo, y entre todos podemos visualizar mejor lo que está pasando.
¿Cuál ha sido la mayor revolución en el mundo de los materiales en este siglo XXI?
La frontera de lo nano, se vislumbra un potencial enorme en poder trabajar a escala nanométrica. Hay que buscar sus aplicaciones comerciales e industriales, pero es un hito que va a abrir un campo de posibilidades muy importantes.
Y la sostenibilidad. Se ha vuelto a mirar a la naturaleza como fuente de soluciones y se está viendo que es una fuente útil y realista. Hace unos años se veían materiales un poco “idealistas”, que no eran aplicables o no se podían producir a gran escala. Ahora ya vemos que en sectores como la construcción y la automoción se utilizan materiales cada vez más sostenibles y basados en materiales naturales.
¿La sostenibilidad es el futuro?
La sostenibilidad es el presente y va a ser cada vez más el futuro. Se va a evolucionar hacia la sostenibilidad porque va a existir esa posibilidad, pero además por normativas de diferentes sectores vamos a tener que hacerlo.
¿Qué proyecto destacaría de los que tiene en marcha actualmente Material ConneXion?
Tenemos muchos proyectos relacionados con la vida útil de los componentes. La duración de un material se puede ver afectada por diferentes factores, como desgastes, temperaturas… Por ejemplo, en mobiliario de exterior, que se ve sometido a importantes cambios de temperatura, radiación solar, humedad… Tenemos consultas orientadas a buscar materiales que mantengan sus propiedades técnicas y estéticas cuando están expuestos a condiciones complicadas. En el ámbito industrial también se busca la duración de los componentes: metales que no se corroan, que no se desgasten…
Recientemente trabajamos en un proyecto para obtener materiales que trabajen la luz y las texturas para el interior de los automóviles. Porque al final lo estético también suele tener su parte técnica. El proyecto ideal en el que aportamos valor añadido es aquel que requiere unos acabados estéticos determinados y a la vez unas especificaciones técnicas concretas.
¿Con qué empresa o profesional del diseño le gustaría colaborar?
Hay muchísimos. En Bilbao tenemos debilidad por Frank Gehry y Norman Foster, que son dos arquitectos de referencia con los que nos encantaría trabajar.