No es solo lo que comes o vistes, también cómo te relacionas con otras especies de animales no humanos. El diseño vegano hace trascender esta filosofía a los espacios que habitamos.
“La casa donde vivimos debería hacer tres cosas: reflejar quienes somos, sacar lo mejor que llevamos dentro y contribuir a un mundo mejor”. Esta frase de Deborah Rosenberg, diseñadora vegana, sintetiza la filosofía que aporta el veganismo al hábitat y el interiorismo.
El veganismo es una filosofía conocida por promover una alimentación sin consumo ni explotación de animales (ni su carne ni derivados) y un uso de materiales textiles que también obedezcan al respeto de estos seres vivos. Por tanto, no se limita al ámbito gastronómico, sino que implica todos los modos de vida. El interiorismo y el hábitat, en consecuencia, se ven naturalmente afectados, y parece que toca hablar con fuerza de diseño vegano de interiores.
¿Qué es el diseño vegano?
Este concepto ampliado significa que cualquier elemento que empleemos en interiorismo no debe dañar o torturar a los animales, ni contener ningún componente nocivo.» El diseño vegano afecta a los materiales que empleamos y va un paso más allá promoviendo modos de vida en consonancia con otros seres vivos, sin prácticas agresivas al medio ambiente (lo que se conoce como cruelty-free).
Como sintetiza Laura Stageman, fundadora de la marca de relojes veganos Votch: “el siguiente paso natural del progreso es que las personas seamos conscientes de lo que está ocurriendo en las fábricas”. ¿Por qué resulta necesario que este cambio se produzca? Porque vivimos en una sociedad cada vez más interesada en el cambio climático y la sostenibilidad, mientras ignoramos que “es éticamente imposible producir nada basado en animales en cantidades masivas”, según explica la diseñadora vegana Deborah Di Mare.
Como ejemplos para conocer las consecuencias de nuestro consumo, según el portal VeganDesign.org, se necesitan siete ovejas para elaborar una manta de lana, y nueve vacas para crear el interior de un Rolls Royce Phantom. ¿Esto es sostenibilidad?
¿Qué materiales usa el diseño vegano?
Los materiales que usa el diseño vegano pueden ser preexistentes como la madera, un ítem reciclable que se adapta a distintas soluciones para espacios: desde mobiliario o sistemas constructivos hasta suelos; o bien se trata de nuevos productos que aprovechan la sostenibilidad para reciclar residuos y darles un uso más en su ciclo (neumáticos o plásticos). Esta exploración de elementos se conoce como biofabricar.
Biofabricar apuesta por la experimentación con la química y la naturaleza, como por ejemplo, el caso de este sistema de aislamiento vegano basado en hongos o la búsquedas de pieles sintéticas -cuya demanda en el último trimestre de 2018 aumentó un 119%, según el estudio Year In Fashion Report 2018-. De esta manera se dejan atrás los materiales que potencian la explotación animal:
- Lana.
- Cuero.
- Pieles.
- Seda.
- Plumas.
- Ciertos pegamentos.
- Cera.
- Pigmentos de pintura que usan colorantes como la cochinilla.
Diseños y diseñadores veganos
Erez Nevi Pana: sus procesos de cristalización de sal dan forma a piezas experimentales. También crea con seda vegana o alquitrán natural que obtiene de madera reciclada y materiales del Mar Muerto.
Estudio Bompass & Parr: crearon la primera suite de hotel del mundo vegana. En ella no encontrarás nada de origen animal, todo ello en un entorno armonioso que evoca a la naturaleza.
Vegan Homeware Awards: IKEA y su alfombra hecha con falsa piel de cordero o la cortina libre de lana Zara Home fueron las últimas empresas galardonadas por la organización animalista PETA, que desde 2017 premia a diseñadores, estudios y firmas que hacen sus aportaciones al mundo del interiorismo y del hábitat a través de catorce categorías.
La delgada línea de la ética
Si bien el movimiento vegano aboga por la ética con todos los animales en cada faceta de nuestras vidas, surgen algunas sombras a las que deberá arrojar luz. La periodista Sònia Flotats, especializada en moda sostenible y blogger en SoGoodSoCute se pregunta si, en cuanto a procesos, resulta más sostenible usar piel natural o sintética, o incluso si es mejor reciclar plástico o directamente no usarlo. “Ser 100% sostenibles se hace imposible, porque entonces no produciríamos nada”, detalla. Como base de lo que el movimiento vegano quiere provocar en el hábitat y el interiorismo, Flotats sintetiza unas preocupaciones que podrían hacerse extensibles a la sociedad: “la ética con las personas -los trabajadores- es lo primero, y en lo ambiental, dentro de las posibilidades de cada empresa o diseñador, hay que estar informado y procurar hacerlo lo mejor posible”.
Y tú, ¿qué aportarás para diseñar los espacios del futuro? ¿Te convencen los argumentos y propuestas del diseño vegano? ¡Déjanos tus comentarios!