Jean-Gabriel Causse acaba de publicar la novela “El día que amaneció sin colores”, un alegato a favor de los colores y sus efectos positivos en nuestro cerebro en un París en blanco y negro. Este escritor y diseñador francés especializado en la influencia de los colores sobre nuestro comportamiento nos anima a descubrir el poder del color en el mundo cada vez más gris que nos rodea. Hoy recopilamos algunas de las curiosidades que encontramos en su ensayo “El asombroso poder de los colores” y las acercamos al interiorismo.
La vie en rose
El rosa ha dejado de ser un color femenino. Este color es percibido como el color de la felicidad y por eso es ideal para estimular el espíritu positivo en la infancia, empleándolo en guarderías y escuelas.
Pero quizá el uso más inesperado del rosa lo encontramos en la cárcel. Según la psicóloga Daniela Spath, el rosa calma los nervios y reduce la ira, lo que lo hace adecuado para las celdas de presos agresivos, pero también para instituciones de salud mental, salas de reanimación en hospitales o refugios en caso de desastres naturales. Una de las pioneras en aplicarlo fue la prisión suiza de Pfäffikon.
Oficinas en azul y rojo, ¿por qué no?
Para aprovechar el poder del color sobre nuestro comportamiento las oficinas tienen que dejar de lado el blanco total. Si lo que buscamos es potenciar la creatividad, debemos optar por el azul, que nos ayuda a producir ideas originales e innovadoras. Si lo que queremos es aumentar la productividad y la concentración, lo mejor son los todos cálidos, como el rojo, el naranja o el amarillo.
Huye de los monocromatismos
Eso no significa que pintemos toda la oficina de rojo, sino que el ambiente “respire” ese color, algo que se puede conseguir a través del mobiliario, complementos o pequeños toques de color. De hecho, no es recomendable caer en el monocromatismo, ya que hace que la composición no sea equilibrada. Para evitar combinaciones estridentes podemos optar por trabajar con colores complementarios y por jugar con la saturación e intensidad de los colores.
Bibliotecas en verde
En las elegantes bibliotecas del siglo pasado siempre estaba presente el verde, desde el tapizado de las paredes a la mítica lámpara de banquero Emeralite cuya luz favorece una lectura relajada para la vista. ¿Por qué el verde? Porque activa al mismo tiempo el cerebro racional, necesario para concentrarse en la lectura, y el cerebro creativo, que nos ayuda a interpretarla.
El poder del color para dar menos calor
El color también influye en la temperatura que percibimos, aunque no en la real. Con toda Europa bajo el efecto de la ola de calor, seguro que te interesará saber que en un espacio donde dominan los tonos azules nos sentiremos más frescos, percibiendo una temperatura 2ºC menor a la real. Por el contrario, si predominan los tonos rojos sentiremos unos 2ºC más de calor que la temperatura ambiente.
El mejor color para tener dulces sueños
En la habitación de los niños opta por los efectos calmantes del azul y olvídate del rojo, ya que es un color que les activa. Para los mayores apuesta por el malva, que combina cualidades afrodisíacas y relajantes, para ayudarte a dormir. En el de los adolescentes aprovéchate del amarillo, ¡les ayudará a levantarse de mejor humor!
Una cocina para despertar el apetito
Si los colores de un plato influyen en lo apetitoso que lo encontremos, ¿cómo vamos a descuidar el color de la cocina y el comedor? Diversos estudios demuestran que los colores cálidos, como el amarillo y el naranja abren el apetito. Si estás a dieta, el azul tiene el efecto contrario.