Kengo Kuma, Shigeru Ban, Herzog & de Meuron, Frei Otto… Estos grandes nombres de la arquitectura tienen dos cosas en común: todos han sido galardonados con el Premio Pritzker y todos cuentan en su portfolio con proyectos en los que emplean la madera estructural.

La preocupación por el medio ambiente está cada vez más presente en nuestras vidas y el mundo de la arquitectura no es ajeno a ella. El siglo XXI se presenta como el siglo del despegue del empleo de la madera estructural, gracias a esta sensibilidad medioambiental que impulsa el empleo de materiales naturales, renovables, reutilizables y reciclables. Además, los nuevos sistemas industriales superan todas las reticencias de arquitectos, constructores e incluso usuarios.

Ya os mostramos excelentes ejemplos de rascacielos en madera, construcciones en altura que superan ya los 85 metros de altura, como la torre Mjøsa, situada en Noruega. Hoy nos acercamos a grandes y pequeños proyectos de destacados nombres de la arquitectura que han apostado por la madera estructural como elemento constructivo.

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El espíritu japonés: Kengo Kuma

Tal vez sea el espíritu de la arquitectura tradicional japonesa el que lleva a Kengo Kuma a emplear la madera no solamente como revestimiento decorativo sino como elemento estructural. En algunos de sus proyectos recupera técnicas tradicionales de la construcción en madera nipona como el sistema Jigoku-Gumi en la tienda Sunny Hill o el sistema estructural del museo y puente de madera Yusuhara, donde crea un gran voladizo encajando pequeñas piezas de madera.

Bajo un mismo techo de madera de 235 metros de largo, el Artlab de la Universidad Politécnica de Lausanne acoge un pabellón de arte y ciencia, una galería de tecnología e información y una cafetería. Esta estructura realizada en maderas autóctonas busca transmitir su calidez a las relaciones entre miembros de la comunidad estudiantil.

 

Shigeru Ban y el mayor edificio en madera del mundo

El compromiso con el medio ambiente del también japonés Shigeru Ban lo llevó a interesarse por la madera como material sostenible. Entre sus obras más conocidas está la sede del Centro Pompidou en Metz, con su icónica cubierta en forma de rejilla realizada con vigas de madera e inspirada en la cestería tradicional. Ban llega incluso a prescindir de las piezas metálicas que se emplean habitualmente en las uniones de vigas y pilares de madera, como en las  oficinas del grupo Tamedia en Zurich o el Museo de Arte de Aspen.

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Entre sus últimos proyectos destaca la recientemente inaugurada nueva sede de la compañía de relojes Swatch en Biel, una de las mayores edificaciones de madera del mundo: una “serpiente” de 240 metros de largo y 35 metros de ancho que se funde con el entorno. Además de la sostenibilidad, en la elección del material influyó su flexibilidad. Para su diseño se emplearon modernas tecnologías 3D que ayudaron a definir la forma y ubicación exactas de las casi 4600 vigas que conforman este caparazón de madera reticulado.

 

Frei Otto

Las investigaciones de Otto en estructuras ligeras, buscando nuevos métodos para utilizar la menor cantidad de material y energía para crear espacios, ha sido determinante en el desarrollo de la arquitectura en madera. Uno de los clásicos en esta arquitectura es el Mannheim Multihalle, construido en 1975, cuya cubierta fue diseñada como una superficie geodésica continúa formada por una trama cruzada de listones de madera. Ya al final de su carrera colaboró con Shigeru Ban en el diseño del pabellón de Japón para la Expo 2000 de Hannover.

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Herzog & de Meuron, estación Chäserrugg, Suiza

Con los Alpes como telón de fondo, los suizos Jacques Herzog y Pierre de Meuron tomaron como referencia la tradición alpina en su proyecto para la estación de Chäserrugg. Construida íntegramente con piezas en madera de abetos locales prefabricadas por artesanos de la zona, la estructura cubre la estación del teleférico y acoge el restaurante. Las piezas fueron transportadas empleando el propio teleférico.

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Norman Foster, Chesa Futura

¿Qué tendrá la montaña que nos hace pensar en madera? Eso debe ser lo que le ocurrió al británico Norman Foster a la hora de diseñar Chesa Futura. Este edificio de apartamentos situado en St. Moritz destaca por su singular forma de burbuja, fruto del empleo de herramientas de diseño de vanguardia, que se combinan con las técnicas más tradicionales de construcción en madera: “Pese a que la forma del edificio es novedosa, su armazón y revestimiento son de madera, uno de los materiales de construcción más ancestrales y sostenibles. Demuestra que es posible integrar edificios nuevos en el tejido existente, al tiempo que se preservan las técnicas de construcción autóctonas y el entorno natural”.

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Baumschlager Eberle, Green Office Enjoy, París

La ubicación del edificio, sobre las vías del ferrocarril, fue uno de los motivos que llevó al estudio alemán Baumschlager Eberle a emplear la madera, por la ligereza que aporta a la estructura frente a otros materiales. El otro fue la firme voluntad de crear un diseño sostenible, para lo cual nada mejor que un material de construcción renovable. La estructura de Green Office Enjoy fue realizada con madera laminada mientras que su fachada emplea madera maciza.