Economía de recursos, materiales sostenibles, mobiliario personalizado… Estas son algunas de las tendencias en interiorismo para 2020 que apuntan los estudios. Hablamos con Stone Design, Clap Studio y Tinkah sobre lo que nos espera en el futuro. Sigue atento a nuestro magazine, porque el viernes continuaremos dando pistas.

 

Stone Designs: hacia la economía de recursos    

Eva Prego y Cutu Mazuelos, de Stone Designs, no son muy de seguir las tendencias en arquitectura e interiorismo. Además, al tratarse de proyectos a largo plazo, creen que no tiene sentido hablar de tendencias anuales. Pero sí hay una tendencia general que observan en sus clientes y con la que están comprometidos: “Crear proyectos que economicen mucho y pongan en equilibrio tres variables: estética, funcionalidad y recursos”. Lo ven como una reacción a la reciente época de ciertos “excesos” y muy ligada a la sostenibilidad: “La realidad es que no nos podemos permitir seguir consumiendo el planeta a este ritmo. Todo pasa por que a la hora de gestionar proyectos y productos se economicen los recursos en la mayor medida posible”.

Esto condiciona mucho el resultado estético de los proyectos. Por ejemplo, determinando la elección de materiales: su trazabilidad, su durabilidad, su ciclo de vida… En el caso de la madera o el tejido, se necesita saber de dónde procede la materia prima. En los manufacturados hay que conocer los procesos de fabricación, los controles… “Todo esto tiene un coste económico, pero al asumirlo obtendremos productos de mayor calidad y más duraderos”, afirman desde Stone Designs.

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Si antes las tendencias en interiorismo iban mucho más lentas y los estilos locales estaban más marcados, con la globalización encontramos el mismo estilo de proyecto en Estocolmo que en República Dominicana. Para Cutu se trata de un hándicap derivado de la facilidad de acceso a la información, ya que los proyectos se contaminan mucho unos de otros y pierden identidad.

En el caso del color, creen que por fin se ha entendido que es un lenguaje que tiene diferentes tipologías y que, en función de cómo se utilice, transmite una sensación u otra. Antes su uso era más restringido, pero ahora se emplea como una herramienta más.  “A nosotros se nos contrata mucho por el uso del color”, reconocen, “pero los colores que empleamos dependen de nuestro momento personal y del tipo de proyecto”.

Como diseñadores de producto, en esta área la economización está más presente, porque “tienes que concentrar muchas cualidades en algo muy pequeño, y su comercialización va a estar muy condicionada por el precio”. El diseño de interiores les permite “volar más”, pero para obtener un producto de calidad se precisa conseguir el equilibrio correcto en el triángulo funcionalidad, estética y recursos.

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En el mundo del mobiliario, Cutu observa un “interés creciente por la personalización para diferenciar tus proyectos de otros proyectos”. Tanto que las propias marcas se abren a ofrecer este servicio, permitiendo la customización en ciertos parámetros de sus colecciones estándar. “Aumenta el nivel de exigencia de los clientes, y las marcas entienden que su transmisión de valores pasa por que toda la experiencia del usuario respire esos valores hasta el mínimo detalle. El interiorismo y el diseño de producto se ven influidos por esta filosofía”.

Entre sus referentes, destaca el estudio japonés Wonderwall, que siempre va un paso por delante en esta disciplina.

 

Clap Studio: creando experiencias y recuerdos

Para Ángela Montagud y Jordi Iranzo, de Clap Studio, está claro que vivimos en una era digital en la que la tecnología protagoniza nuestro día a día. “Actualmente algunos de los espacios más inspiradores son espacios imposibles creados de forma digital”, como las atmósferas de ensueño de Alexis Christodoulou, Andrés Reisinger o Six’n’five, por lo que consideran que en 2020 veremos más proyectos que intentan transportar al usuario a un nuevo universo creado por el propio diseñador. He aquí lo que Clap Studio persigue en todo proyecto retail: “Nuestro objetivo es crear una experiencia única que perdure en la mente del usuario. Ya no basta con diseñar un espacio bonito a nivel visual y funcional, tenemos que crear recuerdos que se lleven a casa”.

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El estilo camina hacia un nuevo minimalismo, diferente del puro y sobrio que conocíamos. Y si en este mundo circular surgiese algún revival del pasado, lo hará siempre de forma diferente, para adaptarse a las necesidades y preocupaciones del presente.

En Clap Studio les gusta investigar y encontrar nuevos materiales con los que trabajar, y creen que vivimos un momento en el que surgen muchas novedades. “Debido a una creciente preocupación por el medio ambiente, muchas empresas están creando materiales muy interesantes a partir de productos reciclados”, como los holandeses Plasticiet, que crean baldosas con plásticos reciclados, o los ingleses Altrock que diseñan terrazos customizables a partir de mármoles desechados por la industria. “Pensamos que en 2020 aparecerán más materiales reciclados y respetuosos con el medio ambiente como respuesta a esta preocupación social, y empezaremos a verlos aplicados en muchos más proyectos de interiorismo de forma natural”.

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Las tendencias en mobiliario vienen marcadas por cada proyecto. En Clap Studio les gusta crear mobiliario personalizado junto a piezas de grandes marcas y de diseñadores independientes: “En proyectos de oficina resulta inevitable ir a grandes marcas que aportan una seguridad y calidad en sillería muy difícil de conseguir sin su profesionalidad. En proyectos hospitality o retail nos encanta jugar con estas tres posibilidades: mobiliario hecho a medida, piezas de diseñadores independientes y mobiliario de grandes marcas”.

En diseño de interiores, la funcionalidad no se puede ni se debe ignorar, pero para Montagud e Iranzo existen proyectos y espacios en los que sí cabe jugar más y dejar que predomine la estética. Como en el caso del color, que mantendrá su importancia este 2020, pero del que se hará un uso más mesurado y juguetón, alejado del estilo Memphis.

Ellos miran a la moda como creadora de tendencia. “Seguimos el trabajo de los directores creativos que están detrás de grandes y medianas marcas, pero lo que nos encanta es observar y estudiar los escenarios que se crean para los desfiles cada seis meses. Nos parece fascinante el trabajo de Bureau Betak o Villa Eugénie, especialistas en generar experiencias y, sobretodo, recuerdos”.

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Tinkah: buscando el lujo en los materiales sostenibles         

Carlos Gris, director creativo de Tinkah, está de acuerdo en considerar imposible definir una dirección particular para una industria tan grande. Los dos problemas clave a los que se enfrentan los diseñadores ante el aumento de la vida urbana y la necesidad de cuidados del planeta son: ¿Cómo podemos hacer un mejor uso de espacios más pequeños? ¿Qué materiales podemos utilizar que resulten más amables con el medio ambiente? En el primer caso, Gris apunta a un movimiento hacia la creación de espacios flexibles y polivalentes que hagan un mejor uso de las dimensiones reducidas, mientras que para paliar el escaso atractivo del término «reciclado» aconseja buscar materiales que presenten un lujo inesperado.

En materia de estilo, están surgiendo todo tipo de iteraciones, pero Gris considera que los millennials buscan la autenticidad. Por ello “los entornos despojados de apariencias innecesarias y que aplican un enfoque más funcionalista se convertirán en los espacios más exitosos”, en lo que bautiza como “efecto Richard Rogers”.

Vaticina que se mantendrá el resurgimiento de los materiales retro, y con el crecimiento de la impresión 3D y el impulso de la sostenibilidad se abrirán nuevas puertas para los materiales biocompuestos. Actualmente, en Tinkah exploran el uso de la salmuera como material de construcción, un subproducto dañino que surge del proceso de purificación de agua en plantas de desalinización. Además, experimentan con diferentes agentes adhesivos a partir de residuos procedentes de las refinerías de acero. Carlos Gris tiene claro que “cuantos más diseñadores experimenten con desechos o subproductos, mejor podremos prolongar nuestra existencia”.

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Ese enfoque «funcionalista» y honesto del diseño del que habla tendrá un efecto dominó sobre los colores. “Con el aumento de los materiales naturales, veremos colores más apagados y no saturados. Si el coral fue el Color del Año 2019 de Pantone para atraer la atención hacia el océano, esta misma idea se refuerza con el Classic Blue, elegido Color del Año 2020.

El diseño industrial goza de una nueva vida gracias a las inyecciones de creatividad procedentes de diferentes entornos de diseño en estudios multidisciplinares. Pero la principal tendencia que apunta es la incorporación de una oferta personalizada y única a las gamas de productos de los grandes fabricantes de mobiliario, para adaptarse a las preocupaciones de los millennials. “Será interesante ver cómo alguien como IKEA ofrecerá una mayor personalización. Con una tecnología de diseño cada vez más fácil, con suerte podremos subir e imprimir en 3D nuestro propio diseño de silla mientras esperamos comiendo albóndigas”. Siguiendo la máxima de Massimo Vignelli: «Si no puedes encontrar lo que buscas, diséñalo».

En el binomio funcionalidad-estética, Gris cree que la primera debe orientar a la segunda: “Debes comenzar a diseñar algo funcionalmente sólido. En una etapa posterior podrás mejorar la estética”. Sin embargo, en ciertos proyectos, especialmente cuando llegas a un momento avanzado en tu carrera, conviene mantener una mente abierta y permitirse un enfoque más libre, “al fin y al cabo es diseño y no hay una respuesta correcta o incorrecta, lo cual es frustrante y magnífico al mismo tiempo”.

Las tendencias son temporales, por eso Carlos Gris manifiesta que prefiere los diseñadores que las ignoran y mantienen una coherencia en todo su portfolio. “Busco un resultado que madure con el tiempo y que no pase de moda”, como el trabajo de David Chipperfield, ya sea en su equipamiento retail para Valentino o en la James-Simon-Galerie, en Berlín, siempre sensible al contexto e impulsando la creatividad en su forma más pura.

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