Ayer aquí había un restaurante: la magia de las experiencias pop-up

Hemos hablado en alguna ocasión de las pop-up stores, tiendas efímeras que abren en una localización estratégica durante un periodo breve de tiempo y que viven un boom desde la pandemia. Siguiendo su misma filosofía, existen también las experiencias pop-up: lo que emerge no es una tienda, sino la posibilidad de hacer algo como cenar o ir al cine de un modo especial y exclusivo.

Hay muchos ejemplos fuera de España. Desde hace años, Secret Cinema organiza proyecciones inmersivas de películas en distintas localizaciones del Reino Unido. Un ejemplo: ver Grease en un aparcamiento convertido en autocine y totalmente ambientado en los años cincuenta, con bailarines recreando algunas de las escenas de la película y por supuesto puestos de comida con batidos y hamburguesas.

Otro original proyecto es Le Dîner en Blanc: quien participe debe acudir al lugar que le hayan indicado con ropa blanca, su propia silla, mesa, cesta de pícnic y la comida que haya preparado. Desde allí, todo el grupo se dirigirá a una ubicación secreta que no descubrirán hasta que lleguen, donde se instalarán, cenarán y celebrarán mientras los viandantes se preguntan de dónde ha salido toda esa gente vestida de blanco.

En España, mientras tanto, también han ido surgiendo múltiples experiencias pop-up para todos los gustos.

 

Clandestinemood

¿Amante del deporte? Clandestinemood organiza fiestas deportivas exclusivas para mujeres en una localización que las participantes no conocerán hasta el propio día del evento. Provenientes de Estados Unidos e inspiradas por la Ley Seca, cuando las fiestas eran clandestinas y rodeadas de secretismo, en Clandestinemood le dan a la idea una vuelta y la centran en la actividad física. Sus propuestas giran alrededor del wellness y la música en directo, y permiten a las asistentes conocer a otras mujeres con intereses similares. Y no son solo fiestas: con Walking Girls, organizaban por la ciudad caminatas de mujeres vestidas de un modo similar.

 

Cenas Secretas

“Una fecha. Un lugar. Un chef. Una noche mágica”, resumen en la web de Cenas Secretas sobre su propuesta. El lugar, siempre en Galicia, será una ubicación sorpresa que sus comensales no conocen hasta el propio día de la cena (saben, eso sí, la provincia). El chef suele tener alguna estrella Michelín y también es sorpresa hasta la misma jornada del evento.

 

Sofar Sounds

Quien asista a una de las experiencias de Sofar Sounds sabrá solo dos cosas cuando reserve: la fecha y que va a ver música en directo. La ubicación la tendrá 36 horas antes. A quién va a ver tocar no lo sabrá hasta que el grupo o el o la intérprete salgan al escenario. Estos conciertos secretos se celebran por todo el mundo, España incluida, y suelen tener en común que la ubicación es también especial: en vez de una sala de conciertos, pueden ser en una tienda, una casa, una galería de arte…

 

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Las experiencias pop-up, en definitiva, juegan con las expectativas de los lugares en los que se espera ver o hacer algo y, como en el caso de las pop-up stores, emergen de forma puntual en un lugar inesperado. ¿El autocine de los años cincuenta en el que ayer viste a la gente bailar? Hoy es solo un aparcamiento. ¿El restaurante exclusivo que por una noche apareció al lado del río? Tampoco está. Una gran idea para usar los espacios de un modo innovador y volver a considerar únicas experiencias tan normales como hacer deporte.