La magia de la Navidad cobra vida a través de una estancia que combina calidez, sofisticación y naturalidad. El Rojo Pompeya aporta la energía y pasión que caracteriza estas fechas, contrastando de forma sutil y elegante con la profundidad del Verde Glencoe, evocando la serenidad de los bosques invernales.
Las superficies en Roble Palma y Caledonian Oak añaden un toque orgánico, conectando el diseño con la esencia de la madera natural. Estas texturas crean una base cálida y acogedora que envuelve el espacio, mientras los destellos del Bronce Sálvora introducen una chispa de sofisticación, como si capturara la luz de las velas en una cena festiva.
El Cashmere, con su tono suave y delicado, actúa como un hilo conductor que aporta frescura y equilibrio, envolviendo la composición en una atmósfera de calma y confort.
Juntos, estos materiales y colores cuentan una historia de celebración, creando un espacio donde cada detalle invita a disfrutar de la conexión, la tradición y el diseño en su máxima expresión.