“La arquitectura es escultura habitada”, dijo el artista rumano Constantin Brâncuși. Sin embargo, caminando por la calle, rara vez nos paramos a observar con detalle los edificios que nos rodean. Si se miran con los ojos adecuados, todos ellos podrían ser considerados obras artísticas, pero por lo general son demasiado iguales como para llamar la atención. Todo esto cambia si nos encontramos ante una construcción que casi podría ser considerada una escultura. Estos edificios —llamativos, artísticos, diferentes— son una de las tendencias en arquitectura.
Edificios no residenciales: la arquiescultura
Al hacer referencia a este tipo de edificaciones, es inevitable hablar de los grandes proyectos no residenciales que constituyen los ejemplos más conocidos de estas grandes esculturas habitadas. Es lo que, en una exposición en el Museo Guggenheim de Bilbao en 2005, se llamó arquiescultura. En la presentación, Markus Brüderlin, comisario de la exposición, señalaba cómo en el último siglo ambas disciplinas, escultura y arquitectura, habían bebido la una de la otra dando como resultado edificios de lo más artístico y especial. “¿Qué es una arquiescultura? ¡Mire a su alrededor! Se encuentra en una de las mayores arquiesculturas del planeta”, aseguraba. El Guggenheim de Bilbao, obra del arquitecto Frank Gehry, es en efecto uno de los mayores exponentes de esa unión artística.

Aunque Brüderlin atribuía el boom del momento a los avances tecnológicos que permitían a profesionales de la arquitectura “configurar sus edificios con las formas plásticas más insólitas” (y ponía como ejemplo el «Pepinillo» de Norman Foster en Londres), recordaba también que escultura y arquitectura siempre se han fecundado y utilizado recíprocamente. ¿Un ejemplo clarísimo? Las pirámides egipcias. Pero también las catedrales góticas o proyectos como el Cenotafio de Newton que diseñó Etienne-Louis Boullé en 1784.
Otro de los ejemplos de arquiescultura o arquitectura escultural no residenciales es la Casa Danzante de Praga, diseñada por el arquitecto checo Vlado Milunić en colaboración con Frank Gehry, y finalizada en 1996.

El edificio, situado en pleno centro de la ciudad (y rodeado, por lo tanto, de la arquitectura decimonónica y de principios del siglo XX de esa zona), está formado por dos torres, una de piedra y una de vidrio, que parecen estar bailando (los arquitectos se inspiraron en Ginger Rogers y Fred Astaire). Es un edificio de oficinas, aunque también hay zona de hotel y una galería de arte.
Casas esculturales… y turísticas
Por supuesto, no todos los ejemplos de arquitectura escultural están destinados al arte o a albergar instituciones o centros de trabajo. Existen por todo el mundo miles de ejemplos de lo que decía Brancusi: esculturas habitadas. Son esas casas que se diferencian del resto, que, lejos de querer encajar a la perfección con los edificios que las rodean, destacan por su originalidad. En algunos casos, se han convertido incluso en paradas obligadas para turistas que, incluso sin tener interés en la arquitectura, pasan por sus ciudades.
En esta categoría, las residencias diseñadas por Antonio Gaudí —y en algunos casos, todavía habitadas— permiten comprender a la perfección de qué hablamos. Es imposible pasar por delante de la Casa Batlló, en el Paseo de Gracia de Barcelona, y no levantar la vista hacia su fachada llena de curvas y motivos evocadores de la naturaleza.

Otro ejemplo de edificio residencial convertido en atracción turística es la Hunderwasserhaus de Viena (Austria). Diseñada por el arquitecto austriaco Friedensreich Hundertwasser, finalizada en 1986 y situada algo lejos del cogollo más visitado de la ciudad, la construcción fue concebida desde sus inicios como un edificio para vivienda social, mostrando que ese tipo de residencia no tiene por qué ser sinónimo de lugar gris y oscuro. Fachada ondulante y llena de colores —características que se repiten en su interior— y un objetivo en mente: crear una arquitectura juguetona que parezca un espejismo o una suerte de aparición onírica, llena de elementos sorprendentes y con muchísima vegetación.

Ejemplos de casas privadas con efecto escultura
El deseo de vivir en una casa diferente, original y que pueda ser considerada una obra de arte nunca ha desaparecido, para alivio de los y las profesionales de la arquitectura que quieren dar rienda suelta a su parte más artística. Estos son algunos ejemplos por todo el mundo:
1. Casa Burbuja (Minzier, Francia)
Claude Costy, la arquitecta suiza detrás de esta casa situada en Minzier, es también escultora, lo que no sorprende al ver su obra. Las casas burbuja —que diseñó en colaboración con su marido, Pasca Häusermann— son una expresión de la arquitectura orgánica de la que ambos eran seguidores: buscaban integrarse mejor con el entorno natural y adaptarse también a los movimientos humanos que, según defendían, son más circulares. Sus burbujas, hechas de hormigón, parecen desde fuera fósiles gigantescos emergidos de la tierra. El interior, por su parte, recuerda a las cámaras de una cueva. Aunque la construcción en sí de este tipo de casas es más barata y rápida, los costes se multiplican al tener que buscar ventanas curvas y muebles que se adapten a un espacio sin líneas rectas.

2. Casa Malaparte (Capri, Italia)
En lo alto de uno de los acantilados que esculpen la costa de la isla italiana de Capri, la Casa Malaparte lleva maravillando a personas curiosas y a estudiantes de arquitectura desde su construcción en 1937. El diseño es obra de un escritor, Fabrizio Malaparte, quien tras discutir con el arquitecto al que había encargado la casa tomó las riendas del proyecto. Llama la atención por sus ladrillos rojos, por su forma paralelepípeda y, sobre todo, por la escalera exterior en forma de pirámide invertida que conduce a una cubierta plana. En la actualidad no está habitada (aunque la idea inicial era que fuese una vivienda), sino que es un centro de estudio e investigación arquitectónica.

3. Project Milestone (Eindhoven, Países Bajos)
Estas casas son esculturas… impresas en 3D. En 2021, los primeros inquilinos de estas casas de hormigón recibieron sus llaves y se convirtieron en las primeras personas en residir en un edificio impreso. El proyecto ha tenido tanto éxito que, en 2024, se pusieron a la venta nuevas casas, estas de varios pisos. El elemento escultural, esa estética que llama la atención, está de nuevo en esa búsqueda de una integración con la naturaleza de su entorno. Las casas de Project Milestone recuerdan a grandes rocas o incluso a menhires, colocadas en círculo para convertir el centro en un espacio de comunidad y de juego. Una especie de Stonehenge habitado y salido de una impresora 3D.

4. Una escultura de cubos de madera (Baviera, Alemania)
Esta obra del estudio de arquitectos Appels Architekten es una casa familiar situada a orillas de un lago y escondida entre las curvas de las colinas bávaras. La idea artística detrás del proyecto tuvo clara desde el principio su relación con el mundo de la escultura: se trata de una composición formada por cubos de madera (las habitaciones) entre las que hay espacios que permiten la entrada de la luz. La construcción en madera, prefabricada, convierte esta casa en una escultura que, además, es respetuosa con el medio ambiente.
Sieh dir diesen Beitrag auf Instagram an
23
¿Quieres más contenidos exclusivos y análisis?
Suscríbete y recibirás mensualmente nuestra lectura de la actualidad sobre lifestyle y hábitat.
En cumplimiento de la normativa vigente en materia de protección de datos, Reglamento (UE) 2016/679 del Parlamento Europeo y del Consejo de 27 de abril de 2016 (GDPR), Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal y Garantía de Derechos Digitales (LOPDGDD, 3/2018) le informamos que sus datos serán tratados por FINACIERA MADERERA, S.A (A-15005499) con domicilio social en Carretera Nacional 550, km 57, 15007 en Santiago de Compostela ( A Coruña) con fines de publicidad y prospección comercial.
La legitimación para este tratamiento es el consentimiento del titular y el interés legítimo del Responsable del Tratamiento. Se comunicarán sus datos a entidades de envío de comunicaciones y de gestión de redes sociales.
Puede contactar con el DPO de Financiera Maderera, S.A. enviando mail a la dirección dpo@finsa.es. Puede ejercer sus derechos de acceso, rectificación y supresión los datos, así como otros derechos, como se explica en la información adicional. Puede consultar la información adicional detallada en la Política de Protección de Datos que figura en la página web: http://www.finsa.com/privacidad