Entrar en un restaurante en 2025 no será muy diferente a hacerlo en 2024, pero, como siempre ocurre en el mundo de las tendencias, sí habrá nuevos caminos que irán ganando popularidad en lo que concierne a arquitectura e interiorismo, íntimamente ligados a la vivencia gastronómica. ¿Será el final de la gastrificación, el fenómeno que uniformiza la gastronomía eliminando la esencia local? No, pero la reacción a tanta gyoza y ramen en todas partes empezará a cobrar importancia.
En un contexto de inflación y con las crisis de los últimos años, también se verán más los intentos de la industria por diversificar sus fuentes de ingresos, ofreciendo experiencias que van más allá de un plato de comida. Además, continuará aumentando el peso de la sostenibilidad, que los consumidores y las consumidoras exigen cada vez más. Estas son algunas de las tendencias que marcarán 2025 en el sector de la restauración.
Reivindicación de lo local
Que todos los aeropuertos del mundo se parezcan entre ellos es algo que siempre nos ha parecido normal, sabiendo que al otro lado de la terminal, al bajar al centro, nos esperaban ciudades distintas y sorprendentes. La gentrificación y la turistificación han hecho que esto ya no sea siempre así en muchos lugares, algo a lo que contribuye la gastrificación: no hay que irse a Hawái a comer pokes, ni siquiera a restaurantes hawaianos; del mismo modo, las gyozas parecen haber sustituido a las croquetas en muchos restaurantes.
En 2025 se espera que se empiece a notar más la respuesta a esto: una reivindicación de lo local, de lo de siempre, sin tanta búsqueda de un exotismo que hace mucho que dejó de ser sorprendente (y que dejó de parecerse al plato original que pretendía emular). Se trata de volver a lo que nos diferencia en origen, en vez de buscarlo fuera. En consecuencia, el interiorismo y la arquitectura reflejarán los estilos del lugar y reivindicar las raíces.
Materia prima autóctona
De la mano de esa reivindicación de lo local, se pondrá un foco especial en que lo más importante del restaurante sea la comida que se ofrece: ese ingrediente local de calidad, ese plato que a lo mejor es sencillo y habitual en las casas, pero preparado de un modo excepcional.
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El interiorismo y la decoración de los restaurantes buscarán también que nada le robe el protagonismo a la comida. En muchos casos, se tratará de interiores rústicos, tranquilos y sencillos. En otros, especialmente en el sector del lujo, se optará por los espacios oscuros. El objetivo es el mismo: que la atención se centre en degustar el plato que tienen delante, sin que distraigan elementos externos. Se trata de una situación opuesta a la ofrecida en los establecimientos gastrificados, en los que la decoración suele ser llamativa (aunque parecida a la de otros muchos restaurantes), buscando que quien acuda haga una foto y la suba a redes sociales.
Restaurantes experienciales
No todos los restaurantes optarán por ese volver a poner la comida en el centro. En paralelo a esto, se verán cada vez más establecimientos que busquen ofrecer experiencias más allá de lo puramente gastronómico. De nuevo, se trata de encontrar algo que diferencie al restaurante. El New York Times ya anunció que esta sería una de las principales tendencias culinarias para 2023; en 2025 seguirá cobrando importancia.
El reto está en ofrecer algo distinto y especial que, a la vez, pueda ser duradero, ya que muchos restaurantes experienciales cierran cuando pasa el bum de la novedad. Se verán opciones sencillas y clásicas como las degustaciones, la música en directo, las clases de cocina, noches de juegos o exposiciones de arte, las experiencias más mencionadas por las personas encuestadas por SquareUp en un informe. Los restaurantes pop-up, las colaboraciones con chefs o las cenas temáticas también serán populares. El interiorismo se adapta para ofrecer líneas de estilismo sorprendentes y que inciten al juego y a descubrir nuevas sensaciones.
Espacios multifuncionales
Como resultado de esa apertura de los restaurantes a ofrecer nuevas experiencias, la multifuncionalidad y flexibilidad de los espacios será clave. El objetivo es que, sin mucho esfuerzo, sea posible reconfigurar ese interior según las necesidades de cada momento: hacer sitio a un escenario cuando haya música, poder ser tanto una cafetería en la que se trabaja bien como un destino para eventos afterwork, etc. Tal y como nos adelantaron desde Dorotea Estudio en esta CONEXIÓN CON…
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Un lugar para desconectar
En línea también con los restaurantes experienciales, muchos de ellos se postularán como lugares de desconexión y tranquilidad: un refugio contra el estrés del día a día (una tendencia también en alza en el sector hospitality). La temática escapista, como llaman a esta tendencia desde Technomic, se colará en los comedores en forma de menús que inviten a viajar a lugares lejanos e incluso inexistentes: comidas que evoquen el espacio, referencias a la ciencia-ficción, menús de fantasía…
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En el interior de los locales, esta tendencia tomará diferentes formas: pícnics en espacios calmos, decoración que nos transporte hacia el pasado o el futuro para experiencias inmersivas, etc.
Salud y sostenibilidad desde el restaurante
Gran parte de las personas que acuden con frecuencia a establecimientos de restauración —especialmente millennials y generación Z— valoran que en la oferta de comidas y bebidas haya opciones saludables y sostenibles. Esta tendencia, destacada por el 2025 What’s Hot Culinary Forecast de la Asociación Nacional de Restaurantes de Estados Unidos (NRA), hará que cada vez sean más comunes los restaurantes con producción hiperlocal y orgánica o, cuando no sea posible, sean transparentes acerca del origen de los ingredientes de sus platos. “Las generaciones más jóvenes, en particular, parecen querer más transparencia sobre de dónde vienen los alimentos. Están pidiendo que más restaurantes se comprometan con prácticas sostenibles”, aseguraba Chad Moutray, vicepresidente de Investigación y Conocimiento de la Asociación.
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La sostenibilidad suele estar relacionada también con la salud, una de las grandes tendencias en muchos sectores especialmente a partir de la pandemia. Igual que hay hoteles que ofrecen todo tipo de tratamiento médico, cada vez se da más importancia también a que lo que comemos en restaurantes sea beneficioso para el organismo. Siguiendo esta línea, en 2025 veremos más opciones de comidas para ajustarse a distintas dietas (veganas, sin gluten, etc.) y de bebidas sin alcohol en los menús de los restaurantes.
Ofertas y el alza de la relación calidad-precio
Las ofertas especiales son otra de las macrotendencias que destaca la NRA en su pronóstico para 2025. El target de esas ofertas son personas que quizá no acudan a restaurantes con asiduidad, pero que sí están dispuestas a comer o cenar fuera si se les ofrece algo bueno a un precio asequible. Esto será también lo que les haga volver, por lo que muchos restaurantes optarán por esta vía para lograr fidelizar a nuevos clientes.