Arquitectura e interiorismo en cruceros

El mercado del turismo de cruceros espera entre 2023 y 2025 un total de cuatro millones de huéspedes que probarán por primera vez esta forma de disfrutar sus vacaciones. Lo harán con paradas en los más de 200.000 amarres que Cruise Lines International Association (CLIA) estima que habrá en todo el mundo hacia 2028. En el top cinco encontramos Miami, Puerto Cañaveral y Port Everglade (Florida), Cozumel (México) y Nassau (Bahamas).

Foto cortesía de MSC

 

Este mercado supone, según datos de esta asociación que recoge a las principales empresas del sector, un gasto de 750 dólares por persona. De media, cada navío transporta 3.000 pasajeros que permanecen embarcados durante un promedio de siete días de viaje.

Los datos no son nada desdeñables, y es que el sector se ha modernizado en los últimos treinta años, experimentando un mayor interés por el interiorismo y la arquitectura de su flota. Prueba de ello es la organización desde 2019 de las ediciones americana y europea de Cruise Ship Interiors Design Expo o la publicación anual de la revista Cruise & Ferry Interiors, nacida en 2011. En ella se difunden casos de éxito, novedades en regulación o en materiales y tendencias.

 

Mucho más que grandes cruceros

Actualmente la tipología de embarcaciones se ha diversificado: desde hoteles o incluso ciudades flotantes a pequeñas naves boutique de expedición (que hay más aguas que surcar que los océanos).

Este cambio no se debe tan solo a una cuestión de tamaño, sino a una revolución en el concepto: de un hotel flotante se ha pasado a un hospitality centrado en la experiencia. Las firmas se han adaptado a las demandas de clientes cada vez más diferenciados a nivel sociodemográfico: familias, personas que viajan solas, grupos multigeneracionales con diversidad funcional… Y todo ello pensando en ofrecer distintas formas de entretenimiento en un mismo lugar.

Foto cortesía de MSC

 

Para atender estas demandas el interiorismo es clave en cuestiones como destinar espacios dirigidos a un público infantil o centrados en usos concretos: por ejemplo, un gimnasio en alta mar.

Tres claves para un buen interiorismo en cruceros

Al igual que ocurre en tierra firme, “el punto de partida está en generar una experiencia en cada huésped, pero considerando que se trata de una experiencia móvil, con sus cuestiones técnicas que resolver (vibraciones, techos bajos…)”, según detalló el diseñador Adam D. Tihany en AD.

¿Cómo se consigue esta huella emocional en cada crucerista? El diseño biofílico es una de las herramientas para eliminar la barrera dentro/fuera del barco y dejar entrar el océano (o río) en los camarotes, aproximando la naturaleza y generando así una sensación de serenidad.

En esta línea, Richard Riveire, fundador de Rottet Studio, planteó la actualización de la flota de la naviera Viking alrededor de dos elementos: la Aquavit Terrace, donde cenar al aire libre en cubierta, y las terrazas privadas envolventes. Discutir la funcionalidad de estos elementos con tripulación y clientes, fue, en su opinión, la clave del éxito.

Foto cortesía de MSC

 

La última tendencia destacable es fomentar la interacción social a través de los espacios comunes. Rod Morton, CEO de Greenspan Projects, explicó en el último número de la revista Cruise & Ferry Interiors cómo los diseños que permiten a las personas reunirse confortablemente alrededor de puntos clave (como los bares o los hoyos de golf) ayudaban a crear una atmósfera de excitación y anticipación.

Foto cortesía de MSC

 

Sostenibilidad a toda vela

La sostenibilidad es un factor que se considera desde todos los aspectos implicados en el turismo de cruceros. En primer lugar, los datos de CLIA señalan que el 75% de la flota usa combustibles respetuosos con el medio ambiente y que se mantiene un compromiso de emitir cero emisiones en 2050. Los consumos de agua se controlan con una producción del 90% de la que se emplea a bordo y su reutilización casi total para distintos procesos en buena parte de los navíos.

En cuanto al uso de materiales para construir y decorar los barcos, firmas como Steen Friis Design plantean una estrategia consciente basada en datos. Tras años de investigación, lograron alimentar un gran fichero de materiales sostenibles que pueden ser aplicados en navíos de pasajeros. Validaron un acercamiento único en la industria mediante el desarrollo de varios diseños conceptuales de camarotes, en los que calcularon el nivel emisiones de carbono generado por cada componente.

A través de un análisis de ciclo de vida comprobaron que, por ejemplo, el cuero podría ser una opción sostenible si la naviera planea mantenerla para la mayor parte de la vida útil de la embarcación. Sin embargo, si la idea es renovarlo cada cinco años, esta decisión será la menos respetuosa con el entorno.

Foto cortesía de MSC

 

Además de la elección de materiales, la rehabilitación de los mismos y del proyecto hacen necesaria una normativa y unos estándares adecuados en coordinación con las navieras, como señalan en Studio Berg+. Apuntan que mucho de lo que habitualmente se tira podría reutilizarse de forma creativa si se dispusiese de ese método para clasificar calidades de sostenibilidad, considerando su trazabilidad en la cadena de producción, presupuesto y plazos de entrega.

La restauración y reparación son para Peninsula Contract Furnishings “el factor más relevante de un interiorismo sostenible”, como aseveran en la revista Cruise & Ferry Interiors. “Con un ligero rediseño y trabajo de restauración podemos llegar a cambiar totalmente el aspecto y estética de una pieza de mobiliario, sin implicar grandes gastos y arrojando un menor impacto en el medio ambiente. Nuestro objetivo es guiar al cliente hacia la manera más responsable de conseguir el resultado que desean”, argumentan.

Foto cortesía de MSC

 

Otro aspecto de la sostenibilidad también se encuentra en manejar flujos de visitantes a las ciudades donde realizan sus paradas los cruceros. Bajo esta finalidad, las navieras apuestan por excursiones programadas por proveedores locales y planteadas hasta con tres años de antelación para no sobrepoblar las ciudades.

Además, se considera la accesibilidad plena en aspectos sensoriales, cognitivos o de movilidad reducida, y los datos de CLIA lo refrendan: casi la totalidad de personas con diversidad funcional encuestadas declaran que un crucero es la única forma de viaje que tiene en cuenta sus necesidades. Y, por último, se establecen velocidades bajas en ciertas zonas de navegación y se implantan sistemas de reducción de ruido para no dañar a las especies marinas.

 

Vientos de futuro para los cruceros

El futuro del sector se encuentra en aunar un modelo cada vez más personalizado que ofrezca un diseño atractivo y eficiente. Una muestra de este futuro en el presente es Oneiric, el yate ideado por Zaha Hadid Architects para diez personas a bordo (y siete de tripulación).

Foto cortesía de Zaha Hadid Architects

Su aspecto orgánico recuerda a las olas desdibujándose en el mar, y sus espacios interiores se conectan entre sí con el exterior: el camarote principal se une con la sala de estar, y la sala, a su vez, con una terraza al aire libre.

Foto cortesía de Zaha Hadid Architects

La embarcación puede navegar durante 24h en modo eléctrico sin emisiones, monitorizándose mediante inteligencia artificial. Además, garantiza un aislamiento sonoro que evita dañar el fondo marino gracias a la tecnología Rossinavi Zero Noise.

Foto cortesía de Zaha Hadid Architects

 

¿Te embarcas en el hospitality de experiencias sobre el agua? Si te ha gustado este post seguro que te interesa conocer en profundidad la arquitectura flotante.

Síguenos en redes sociales a través del hashtag #ConnectionsByFinsa y conecta con una comunidad de profesionales de arquitectura e interiorismo que, como tú, buscan inspiración para tus proyectos.