La bioconstrucción está de moda. ¿Quién no quiere que su casa sea saludable? Sólo hay que mirar al pasado y volver a emplear materiales sostenibles, como hacían nuestros abuelos: materiales naturales y de producción cercana. Estos son algunos de esos materiales libres de tóxicos, perdurables y reciclables con los que iniciarse en la biocontrucción, reduciendo la huella de carbono del edificio y cuidando nuestra salud.
Una casa de paja
Con la empresa vasca Ecopaja no te pasará como en el cuento de los tres cerditos. Sus viviendas ecoeficientes a base de módulos de paja que pudimos ver en la última edición de la feria Berdeago de Bioconstrucción nos han conquistado. Larixhaus es otro ejemplo de casa diseñada y construida con entramado de madera y paja, pero que además cumple los requisitos del estándar Passivhaus.
Fotos: Ecopaja / Passivhaus Institut
Bambú
No está hecho para construir una casa en Noruega, pero la construcción en bambú se adapta perfectamente a los climas de regiones asiáticas. En Bali encontramos ejemplos fabulosos creados por IBUKU como esta guardería, y muchos más en la primera Bienal Internacional de Arquitectura en Bambú, celebrada en 2017 en China.
Fotos: Julien Lanoo, Bamboo Biennal / José Tomás Franco, Green School, IBUKU.
Casa de tierra hecha a mano
La Escuela de Rudrapur en Bangladesh es un ejemplo de bioconstrucción hecha a mano. Las arquitectas Anna Heringer y Eike Roswag proyectaron y ejecutaron con la ayuda de la población local una escuela que emplea métodos y materiales de construcción tradicionales mejorados, para contribuir a la sostenibilidad.
Del adobe al Superadobe
La existencia de una Red Iberoamericana de Arquitectura y Construcción con Tierra demuestra la demanda para vivir en casas diseñadas con tierra y madera como principales elementos. El iraní Nader Khalili dio un paso más y creó el “super adobe”, capaz de superar los test antisísmicos más exigentes.