Caso de estudio: la mímesis de un hogar con las olas

Galicia se ha convertido en uno de los destinos para establecerse o para pasar el verano al margen de las altas temperaturas que se están alcanzando en otros rincones de España. En el sur de la región, entre rías, existen paraísos de naturaleza y clima agradable donde es posible encontrar no solo joyas paisajísticas, también arquitectónicas. Destacamos Foxos, un proyecto de 75 viviendas a pocos metros del océano Atlántico, en la ría de Pontevedra, promovidas en 2024 por Arial y con arquitectura de Carbajo Barrios, y que han sido reconocidas con la certificación Verde que otorga el GBCe y que garantiza su sostenibilidad.

¿Cómo se integran 75 viviendas en un entorno natural protegido? Para Carbajo Barrios ha sido primordial trabajar a escala humana, eminentemente horizontal, “a modo de casa pequeña y cercana, casi con esencia rural”, y la labor del estudio Orza Paisajismo. “Buscamos un lenguaje más naturalizado, tanto en los volúmenes como en la disposición de la vegetación”, subraya Manuel Carbajo, arquitecto.

“Lo primero que se decidió fue utilizar especies y vegetación preexistente en esta zona costera, implementando todo de forma racional y armoniosa con los edificios, dedicando un elevado porcentaje de los espacios a senderos y zonas verdes”. De esta forma, incide Carbajo, “pese a la fuerte antropización del área, el verde es lo que predomina”. Las cubiertas vegetales de la promoción ordenan los edificios y los protegen a nivel acústico y térmico, funcionando además como canalizadoras del agua de la lluvia que se reutiliza.

Las viviendas, con un máximo de dos alturas y establecidas en cuatro parcelas, mantienen su propia identidad dentro de esta armonización. Algunas se vinculan directamente al mar desde una terraza en la que casi se pueden mojar los pies, mientras que otras mantienen relación con las montañas circundantes. La madera termotratada abraza la fachada “y recoge el carácter de costa y de elemento natural”, resalta Carbajo. El contraste entre la rotundidad del hormigón y la tersura y transformación natural de la madera, “con ese color grisáceo tan característico, fue el juego de materiales que necesitábamos”, estima el arquitecto.

Este tipo de vivienda “encaja en el modelo de hogar que se busca en la era post-covid”, en palabras de Juan Álvarez, consejero delegado de Arial. “Para este perfil de compradores es importante que no se trate de un diseño típico de vivienda vacacional, que abunda en la zona, sino que disponga de todas las configuraciones necesarias para hacer vida, teletrabajar… Que como mínimo sea una segunda residencia”. Comenta que se están encontrando con personas interesadas que, aún siendo de fuera de España, mantienen algún vínculo con Galicia a través de un familiar o su pareja.