Cinco espacios comunitarios para tomar nota

Los espacios comunitarios son tendencia. Representan una solución a la escasez de suelo que hay en las grandes ciudades, que no paran de ganar habitantes frente a los entornos rurales.

En este sentido, una de las últimas novedades es el co-living. Edificios para vivir con espacios personales reducidos (algo más que una habitación de hotel) y multitud de zonas comunes para disfrutar como bibliotecas, co-working, piscina, gimnasio y hasta cine. Aunque es más que probable que la pandemia de la covid-19 obligue a rediseñar estos modelos de convivencia.

Pero los espacios comunitarios van más allá del co-living y engloban centros culturales, edificios administrativos o lugares de reunión dentro de la ciudad. Aquí te presentamos una lista de algunos de los más distinguidos.

 

The Collective en Londres

Ubicado en el noroeste de Londres, en el barrio de Willesden Junction, es un gigantesco edificio con capacidad para más de 500 residentes. Dispone de espacios para organizar conciertos, una biblioteca, restaurante, bar y zonas de co-working.

Cada uno de los apartamentos tiene aproximadamente 12 metros cuadrados y se pueden alquilar por poco más de 1.000 libras al mes. Además tiene una piscina con vistas privilegiadas a la capital británica.

 

El Boston City Hall

Construido en los años 70 es uno de los grandes ejemplos de la arquitectura brutalista en el mundo. Sin embargo, con el paso del tiempo su estrella se fue marchitando y, poco a poco, con la introducción de medidas de seguridad y las nuevas tecnologías convirtieron su lobby abierto en un sitio estrecho y poco acogedor. Llegó a ser conocido como el edificio más feo del mundo.

Pero una reforma del estudio local Utile Inc. ha conseguido devolverle la luminosidad y esplendor de antaño. El proyecto fue, como los que vienen a continuación, uno de los galardonados en esta edición de los  A+Awards, impulsados por la revista profesional Architizer.

El lobby del Boston City Hall tras su reciente reforma | Icon Design.

 

El salón de Shangcun.

La rehabilitación de un solar en ruinas en el pueblo de Shangcun, en la región montañosa china de Jixi, ha sido puesta como ejemplo de intervención para la recuperación de un espacio comunitario.

El proyecto es obra del estudio SUP Atelier y ha servido para que la localidad tenga un lugar donde compartir y organizar diferentes actividades como si se tratase de un gran salón de una vivienda comunitaria.

Localización del espacio comunitario en el pueblo de Shangcun | Icon Design.

 

En esta construcción se respetaron los elementos propios del patio original que era de la casa de una familia muy conocida y las estructuras nuevas las levantaron bambú, una de las materias primas más populares de la zona.

En las nuevas estructuras del patio se utilizó el bambú como material principal | Icon Design.

 

Centro Nacional de Artes de Kaohsiung

Es una construcción monumental que representa el cambio de la tercera ciudad más importante de Taiwán que ha pasado de una urbe portuaria a una moderna y dinámica culturalmente.

El proyecto lo firma el estudio holandés Mecanoo y en él destaca un salón de conciertos con capacidad para 1981 butacas y que está realizado de forma escalonada en diferentes alturas, como si de un viñedo se tratase.

En primer término, el salón de conciertos construido en diferentes alturas | Icon Design.

 

En las entrañas del edificio también sobresale la plaza Banyan, un espacio público donde los residentes pueden pasear día y noche, practicar el Tai Chi u organizar actuaciones informales de baile y música.

 

Centro de Actividades de Xiafu

Este edificio de la ciudad de Xiafu, también en Taiwán, ocupó la portada del anuario de la revista Architizer. Es un hito del estudio IMO Architecture, con sedes en Barcelona y Taipei. Y resalta por una cubierta semi-cerrada por unas columnatas repletas de color que liberan espacios donde se pueden desarrollar diferentes actividades.

En la imagen, la singular estructura del Centro de Actividades de Xiafu | Architizer.

 

La solución arquitectónica permite la circulación de aire, con lo que sería un buen ejemplo de hacia dónde pueden tender este tipo de edificaciones tras la pandemia de la covid-19, donde la evidencia científica empieza a demostrar que la transmisión del virus por vía aérea en espacios cerrados puede ser una realidad.