Foucault, filósofo francés del siglo XX y con gran influencia en nuestra visión del urbanismo y la arquitectura, definía el jardín como un microcosmos que contiene el cosmos entero; la proyección de nuestra sociedad y de nuestros deseos en un contexto reducido. Aprovechando la exposición Garden Futures. Designing with Nature, que tuvo lugar en el Vitra Design Museum durante 2023, analizamos la necesaria convivencia entre naturaleza y ciudad.
Diseñar con la naturaleza
Viviane Stappmanns, Nina Steinmüller, Marten Kuijpers y Maria Heinrich, equipo de comisariado de la exposición, son conscientes del simbolismo de los jardines, y han estudiado la historia de este elemento urbanístico en relación con las diferentes épocas y sociedades. Interpretan, además, su potencial dentro de conceptos como justicia social, biodiversidad, sostenibilidad y el reciente auge de los huertos urbanos.
La muestra, diseñada por el equipo italiano de FormaFantasma, comienza con una instalación multimedia en la que disfrutaremos de obras de arquitectos y diseñadores de la talla de Alvar Aalto y Luis Barragán. Se percibe aquí el simbolismo del que nos hablaba Foucault, el jardín como lugar en el que proyectar nuestros sueños, en el que refugiarnos de lo cotidiano.
El jardín como reflejo de la historia
En palabras de del equipo de comisariado, y a pesar de la carga simbólica, las zonas verdes son reflejo de las circunstancias históricas de cada época. En la segunda parte de este proyecto expositivo queda patente el pasado colonial de los jardines occidentales. Se explicaban, además, las innovaciones que permitieron la introducción de vegetales exóticos. El caso Wardian, (inventado en el siglo XVIII y con un gran uso durante el siglo XIX) es un buen ejemplo. Se trata de una caja de vidrio que permitía el transporte de plantas en largas distancias; favoreció el intercambio de ejemplares beneficiosos (caucho o té), pero fue también el culpable de la propagación de especies invasoras.
Utopías verdes posibles
En el siglo XIX surgieron otros proyectos urbanísticos, con objetivos muy diferentes, que vimos reflejados en estas salas. Ebenezer Howard, rozando la utopía, diseñó una ciudad-jardín capaz de proporcionar alimentos a todas las clases sociales. Green Guerrilla, en el Nueva York de los años 70, defendió los huertos urbanos como una herramienta social y de participación ciudadana.
Revisión del pasado
A modo de retrospectiva, Garden Futures presentaba nueve diseños de jardines desde principios del siglo XX hasta la actualidad. No hay una búsqueda de exotismo, más bien una revisión de ese pasado colonial. Es el caso de Burle Marx, quien, influenciado por las tendencias vanguardias, crea un jardín con formas abstractas a partir de plantas autóctonas de Brasil. El malayo Ng Sek San, por su parte, cultivó un jardín comunitario en Kuala Lumpur que sirvió de ejemplo a iniciativas similares.
El futuro de los jardines
¿Hacia dónde han evolucionado los jardines hoy en día? ¿Qué podemos aprender de su planificación? ¿Es posible extrapolarla a otras áreas del diseño? Viviane Stappmanns nos da la clave en esta entrevista, recordándonos las palabras del músico y compositor Brian Eno: “Piensa como un jardinero, no como un arquitecto: empieza el diseño, pero no lo acabes”. Los jardines permiten un equilibrio entre la planificación y el crecimiento orgánico: esto nos obliga a improvisar soluciones que se adapten a cada problemática.
Biodiseño: una colaboración con la naturaleza
Un buen ejemplo de esta adaptación es Gavin Munro. Este biodiseñador, del que ya te hablamos en Connections by Finsa, construye muebles con plantas vivas, manipulando su crecimiento hasta lograr la forma adecuada. Invitado a una conferencia con motivo de la exposición, explicó cómo la clave está en no forzar la naturaleza, ya que solo colaborando con ella conseguiremos el objetivo deseado.
Si Munro crea muebles, Ferdinand Ludwig da un paso más con una nueva técnica constructiva: Baubotanik. Este doctor en arquitectura ha desarrollado una línea de investigación en la que levanta estructuras habitables a partir de ciertos árboles y de distintos procesos como la poda o el injerto. No se trata de una idea innovadora, si pensamos, por ejemplo, en los puentes de raíces vivas en Meghlaya, pero Ludwig va un paso más allá al incorporar andamios de metal y otros materiales que se irán fusionando con el árbol a medida que pase el tiempo. Ludwig consigue mediante este método apropiarse de un espacio que desde hace siglos pertenece a la arquitectura y romper, así, la tensión muchas veces presente en nuestra relación con el entorno natural.
Jardines verticales
Otra manera de quebrar esta fricción entre arquitectura y naturaleza es la plantación de los jardines verticales. Meadow, de Alexandra Kehayoglou, se alza en una de las paredes del Vitra Museum. Semeja un prado en miniatura, pero se trata de una alfombra hecha de lana y de restos de los materiales de una fábrica.
El primer jardín vertical fue levantado por Patrick Blanc en la Ciudad de las Ciencias y la Industria de París, en 1988. Es de un recurso cada vez más utilizado, ya que, aparte de su obvia belleza, mejora la calidad de vida de las calles en las que se implanta.
Uno de los jardines verticales más impresionantes lo encontramos en una casa particular en Linkebeek, en Bélgica. Ideada por Samyn and Partners Architect en colaboración con Patrick Blanc, esta fachada cuenta con una selección de plantas exóticas que le aportan un llamativo aspecto.
Existen, incluso, jardines verticales interiores, como el del Aeropuerto Internacional de Edmonton, en Albert (Canadá). Con 132 metros, es del de mayor tamaño que se haya construido en una terminal aérea.
Para la construcción de estas fachadas verticales son necesarios productos especializados y de gran calidad que garanticen la estabilidad de estas estructuras. Con este objetivo Finsa ha desarrollado una solución de revestimiento de fachadas en madera durable, sin tóxicos, de bajo impacto ambiental y sostenible: Thermopine. Surge de una colaboración entre Savia (integrada en Finsa y focalizada en la transformación de madera maciza) y Verde Profilo, empresa especializada en el diseño de jardines verticales; esto da lugar a un amplio catálogo con multitud de alternativas para su construcción.
Huertos urbanos
Si hablamos del intento de traer el verde a nuestras ciudades, la proliferación de los huertos urbanos ha sido uno de los fenómenos más visibles de los últimos años.
En un intento de recuperar la utopía de Ebenezer Howard, o el lugar de encuentro propuesto por la Green Guerrilla, nuestras ciudades se llenan de pequeñas plantaciones, que suministran alimentos y un hábitat inesperado para la biodiversidad.
La Finca del Sur, en el Bronx de Nueva York, es una iniciativa dirigida por mujeres negras y latina que fomenta la independencia económica, la justicia alimentaria y la educación. Desde 2009 no solo proporciona a la comunidad productos orgánicos y asequibles, sino también un lugar para reuniones políticas y comunitarias.
Desde 2010, Fresh & Local transforma espacios urbanos infrautilizados en granjas productivas con el objetivo de mejorar la salud y el bienestar de los residentes de Mumbai, la segunda ciudad más poblada de la India. Aquí se realizan talleres y actividades sobre agricultura y producción de alimentos sostenibles y un programa de jardinería urbana: The Nomadic Garden.
Todas estas soluciones crean pequeños oasis verdes en nuestras ciudades. Es interesante terminar con una reflexión de Viviane Stappmanns. Se pregunta si quizás los jardines ya no son lug13ares en los que nos resguardamos de la naturaleza sino, en cambio, espacios en los que protegemos a la naturaleza de las personas, salvaguardándola del impacto de nuestras acciones. Son, recuerda Marten Kuijpers, lugares de aprendizaje, posibilidades para un futuro mejor en el que la especie humana no sea el centro indiscutible, sino una parte más de un gran ecosistema.