Hablar de Álvaro Matías y de Madrid Design Festival va de la mano, porque ha sido su director desde la primera edición realizada en 2018. Es gestor cultural, consultor especializado en el uso de las Humanidades como herramienta de cambio en la empresa y, sobre todo, curioso insaciable. Entrevistamos a Álvaro Matías para conocer la evolución de MDF y del panorama del diseño español (que también, en realidad, vendrían a ser lo mismo).
¿Cómo valoras la evolución de Madrid Design Festival en estos siete años de recorrido?
Tremendamente positiva. Nos pusimos en marcha con mucho entusiasmo y con ganas de crear un espacio que no estaba cubierto en la ciudad, desde una perspectiva integradora del diseño: arquitectura, diseño gráfico, interiorismo… estudiando la interrelación de todas las disciplinas. El festival está ahora mucho más conectado, presenta múltiples enfoques, reivindica por igual el carácter transformador del diseño y su experiencia estética, y pone en valor el excelente trabajo de sus autores y productores.
¿Qué destacarías de MDF24?
Este año propiciamos un espacio donde se dan cita diseñadores, empresa y ciudadanía. En torno a esa mesa se producen conversaciones, diálogos y consensos y se extraen soluciones. Dentro de un contexto de complejidad, el diseño facilita sacar adelante retos y desafíos, es nuestro aliado.
Todo esto se va a ver en las jornadas profesionales del festival y a través de las exposiciones. En concreto, la muestra dedicada a Miguel Milá, pionero del diseño industrial, demuestra cómo se materializa la creatividad al servicio de lo industrial. También traemos la artesanía en Castilla-La Mancha, donde tendremos un diálogo entre institución y tejido artesano de la zona, centrándonos en los nuevos entornos creativos, los alejados de los centros urbanos. En este sentido, creamos un premio para destacar estudios que se ubican en municipios menores de 30.000 habitantes.
¿Cómo percibe el público no especializado el valor del diseño a través de MDF?
La gente es más consciente de que el diseño forma parte de su día a día, más de lo que muchas personas pensaban. Ocurre en situaciones totalmente cotidianas: cuando bajas al supermercado lo puedes ver en las elecciones que tomas en función del packaging, la colocación de productos en el mobiliario… o cuando viajas a un país diferente y la señalética te ayuda a conectarte.
Desde MDF intentamos poner en valor esas prácticas cotidianas. El diseño se ha democratizado en los últimos años, y ahora hablar de ello no es algo exclusivo del ámbito del lujo o inalcanzable. En este sentido, queremos hacer una labor divulgativa. Conocemos a los directores de cine, a los escritores…Si reconocemos a quienes están detrás de una película o una novela, queremos ayudar a visibilizar a los creadores que están detrás de una silla, una cafetera o una portada de un disco.
¿Cómo entiendes que se debe trazar la relación entre diseño y empresa?
Desde el diálogo y el entendimiento. Es necesario que sea una comunicación mano a mano y teniendo en cuenta el contexto en el que se desarrolla una actividad profesional y comercial. El éxito de una propuesta estará ligado a un buen entendimiento del contexto, de saber interpretar aquello que sucede en la realidad donde se quiere impactar. Comprender lo que la sociedad demanda hace que una propuesta sea exitosa. Para ello es necesario invertir en tiempo para observar y reflexionar, factores que marcan la diferencia antes de actuar.
Las empresas que realmente están siendo punta de lanza, las que marcan la diferencia, son aquellas que tienen el diseño incorporado de una forma destacada en su raíz, en su ADN.
El diseño es sin duda un marco muy amplio que abarca distintas aplicaciones. En interiorismo, ¿qué cambios has detectado en los últimos años?
No hay proyecto que no tenga en cuenta la variable de la sostenibilidad. No conozco empresas ni interioristas que no incorporen esa variable. El que no es sostenible directamente no es.
Hay a su vez una tendencia a trabajar con lo local, seguramente provocado por la sostenibilidad y la búsqueda de la trazabilidad de productos, junto con la reducción de emisiones. Se está concediendo importancia a trabajar con productores locales y eso está llevando a esa reivindicación de lo artesanal como elemento fundamental del interiorismo que vemos ahora.
La multifuncionalidad es otro factor considerable, unido a la conectividad de los lugares o de las personas con los objetos. Las casas se han habilitado como espacios de trabajo y los espacios de trabajo se vuelven lo más habitables posible. La oficina antigua se ha perdido, y ya estamos hablando de lugares que tienen que propiciar el bienestar y la creatividad, a ser posible, al aire libre, en espacios abiertos.
¿Cómo crees que se consigue innovar en diseño?
Con tecnología, sin duda. Ahora se están creando nuevos materiales a partir de microorganismos, la utilización de biomateriales con otros productos sostenibles… Otra forma de innovar se encuentra en la introducción del biodiseño y de elementos orgánicos para que lo resultante sea perecedero o biodegradable.
¿De qué manera está influyendo la inteligencia artificial en la creatividad?
Por ahora está en fase de testeo, valorándose qué se puede hacer. Empezamos a ver ejercicios con ciertas pruebas, pero no hay algo que considere que sea la tendencia. Estamos seguros de que ese es el futuro, de que todos los oficios se verán atravesados, y llegará hasta la manera de vivir, como ocurrió con la irrupción del teléfono móvil: se acabará democratizando y será parte del día a día.
En tu opinión, ¿qué ingredientes conforman un buen diseño?
Debe responder a una necesidad real, cumplir una función; ser duradero, tener poso, largo recorrido; y belleza, debe estimular los sentidos. El diseño también es una experiencia, un sentimiento.
En paralelo a la dirección de MDF, trabajas en otros proyectos de gestión cultural como la consultora ALMADÁS o el espacio WANDER.
ALMADÁS nació en 2019 y colabora con organizaciones y empresas que tienen el propósito de impactar en la sociedad y promover el cambio. Lo hacemos combinando Humanidades y negocio, porque el conocimiento y el pensamiento, la cultura, la filosofía… son elementos importantes para hibridar con la empresa. En el negocio te encuentras complejidades que se pueden resolver con la mirada amplia que proporcionan las Humanidades. Nos ayudan a saber aterrizar valores, nuevos modelos de gestión e innovación.
En WANDER lanzamos un espacio de exploración y talento para líderes de organizaciones, donde les aportamos variables y claves para potenciar la tecnología más valiosa que hay: el capital humano. Como herramientas empleamos cuatro pilares fundamentales, el pensamiento, la conversación, la mirada y la presencia.
¿De qué forma encuentras inspiración para tus proyectos?
Para mí la inspiración está en los creadores. La cultura es el gran patio donde nos juntamos todas las personas para intercambiar ideas, enriquecer el conocimiento y, en definitiva, ser más felices. Conocer la historia que está detrás de un producto cultural ayuda a entender el mundo en el que estás, saber quién eres y cómo es la sociedad. La curiosidad también resulta fundamental, te permite adentrarte en mundos diferentes y sin ningún juicio hacia las cosas, lo que permite ser más permeable.
Hasta el 31 de marzo podrás ver exposiciones o asistir a eventos de Madrid Design Festival. Síguele la pista a lo más relevante con esta selección del equipo de Connections by Finsa.