La tradición familiar acabó calando en Francesc Rifé, aunque en su juventud se decantaba por el mundo del deporte. Se formó en interiorismo y diseño industrial e inició en estudios de arquitectura técnica. En 1994 fundó su propia firma, Francesc Rifé Studio, y desde ese año articula toda su obra (de la que seleccionamos seis proyectos en este post) alrededor de cuatro características inconfundibles: la artesanía, el minimalismo, el orden espacial y la proporción geométrica.
¿Cómo decidiste convertirte en diseñador de interiores? ¿Ha influido la herencia familiar, vinculada a la artesanía, en esta decisión?
Mi familia tenía un comercio de mobiliario y carpintería. Cuando era más joven echaba una mano en el negocio, aunque en un principio mi intención no era seguir la tradición familiar. Estaba muy metido en el mundo del deporte y podría considerar esta salida como una decisión de última hora.
Después de estos casi treinta años de carrera con tu propia firma, ¿cómo definirías las claves de un buen interiorismo?
Diría que es lo que intento aplicar: es importante la formación, y también existe esa parte de suerte que te ubica en algún sitio donde puedes desarrollarte de una manera específica. En mi caso, por mi interés en la cultura oriental acabé trabajando mucho en Japón y en China.
Al final lo importante es tener claros tus valores y tu punto de vista, y hacer que eso perdure. No debemos caer en las modas o en el cambio constante que marca esta profesión, que a veces es creativa, pero en ocasiones parece que cualquier persona es capaz de decorar, diseñar…
En los últimos tiempos se discute la idoneidad de la inteligencia artificial en el trabajo de profesionales de la arquitectura y el interiorismo. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Alucino con los cambios que genera. He estado en proyectos en los que parecía que estaba a tu lado una persona que se ubicaba en Shanghái. No es nada novedoso, porque el cine nos ha metido mucho antes en todas estas posibilidades.
Ahora mismo me cuesta entender cómo van a cuajar estas innovaciones con las herramientas actuales, creo que estamos en el proceso de ver cómo encajarlo todo. Supongo que ocurrirá como el momento en el que pasamos de la incandescencia al LED, que cambió radicalmente el panorama del diseño: pasamos de tener grandes lámparas a que prácticamente sean de papel. Son grandes cambios y debemos adaptarnos a ellos.
¿De qué forma logras desarrollar un diseño exitoso en lugares tan diferentes a nivel cultural y estético como pueden ser España o China?
En estos últimos diez, quince años… hacemos un diseño global en el que no existen tantas diferencias. La globalización ha hecho que quien te contrata en China quiera el diseño europeo, y quien lo hace desde Europa, lo chino. Por ejemplo, en Beirut me decían que no intentase reproducir la estética de allí, sino que aplicase lo que se estilaba en España.
Como decía, la clave está en mantener tu estilo y, estratégicamente, introducir pequeños matices de cada cultura.
¿Qué importancia tienen los materiales y la sostenibilidad en tus proyectos?
La expresión plástica de los proyectos es la materialidad. La sostenibilidad se consigue creando diseños atemporales, que no caduquen. Esto entra en cierta contradicción con nuestra profesión, que es efímera, y así deja de ser sostenible. Tus creaciones han de ser atemporales para que la obra perdure lo máximo posible en el tiempo.
¿Qué características marcan la diferencia en un proyecto de hospitality?
El éxito lo garantiza el briefing de clientes que son conocedores de su marca y su mundo. Tú tienes que aportar la parte creativa y bella que haga interesante el proyecto, y ser transmisor de la funcionalidad y uso del mismo. Aunque diseñamos considerando la materialidad, en muchos casos pasa a segundo plano porque hay demasiadas dudas en circulación, el por qué de las cosas…
¿Qué tendencias detectas en hospitality?
Hay una tendencia hacia estilos muy neutros, donde todo es microtextura en las paredes y mobiliario redondeado. Con el uso de redes sociales, especialmente Pinterest, ya nada resulta novedoso.
Muchas veces no sabes lo que estás viendo, si realmente hay un profesional detrás o alguna herramienta de inteligencia artificial. Por ese motivo realzo la artesanía (entendida como hacer bien las cosas), porque ayuda a entender el proceso creativo, aunque creemos igualmente en el proceso industrial: extrusión, prefabricado… Son caminos que forman parte del diseño a día de hoy. La tendencia la marca la red social, pero cada profesional intenta mantener su criterio.
¿Qué aprendizajes podemos extraer del Eco-Jin Restaurant, el Concept Room que se pudo ver en Interihotel 2023, donde se emplean materiales de Finsa?
Se trata de un ejercicio de cómo poder ser creativo en muy pocos metros cuadrados. En este caso utilizamos una veneciana, que casi nunca ha sido pensada para estar fuera de una ventana, como conector, divisor, revestimiento e incluso techo, Se ha reinterpretado esta herramienta que proporciona traslucidez y opacidad para conseguir esa atmósfera oriental.
¿En qué trabajos estás ahora mismo inmerso?
Demasiados (ríe). Estoy metido en áreas concretas del interiorismo del estadio Santiago Bernabeu, como son palcos y zonas VIP, zonas de transiciones, acceso a banquillos, conexión con las tiendas, oficinas… Hace nueve años ya habíamos hecho la ciudad deportiva de Valdebebas, que fue revolucionaria por convertir el lugar de entrenamiento en una residencia.
En el sector de hospitality, estoy trabajando en un hotel de cinco estrellas en Monterrey, México, para Intercontinental. También hay obras de esta tipología en Valencia, ambas en edificios catalogados por Patrimonio. Por último, me hace ilusión destacar unas bodegas en La Rioja.
¿Consumes revistas de interiorismo y arquitectura?
Cuando me formé dedicaba un día a la semana a leer revistas y libros. Por suerte o por desgracia, ahora hay pocas revistas en papel y todo es digital. Lo que sí mantengo para inspirarme es comprar objetos que veo por el mundo. Me mantengo al día desde la perspectiva visual yendo a museos, algo que considero mucho más inspirador que las dos dimensiones.
Cuéntanos algo que recientemente te haya inspirado…
Hoy a las 5 de la mañana me levanté en Oviedo, tenía una visita en Barcelona a las 10h, en el medio he revisado dos proyectos… El día a día es tan intenso que acabas cogiendo información de todo. Viajar ayuda mucho, porque cualquier elemento o detalle ayuda a sacar un proceso creativo para la nueva mesa, butaca…
También me gustan mucho el arte, la moda, la música y escenografía, iluminación… Estas áreas ayudan a que tus proyectos cojan matices. Desde luego, hay una base de orden y sobriedad y, a partir de aquí, me muevo entre estas influencias y lo que cada cliente demanda.