Encontramos a Giles Bones inmerso en la quinta edición de Sustainable Brands Madrid, encuentro anual para hablar de sostenibilidad y empresa. “Hace unos años me di cuenta que quería utilizar mis habilidades con el fin de ayudar a crear cambio positivo en el mundo”, explica este especialista en marketing, comunicación y brand building que se centra actualmente en ayudar a las empresas en su transición hacia un mundo más sostenible. Lo hace desde The Creation Station y desde Quiero, agencia de sostenibilidad líder en España e impulsora de los encuentros de Sustainable Brands.
Solemos asociar sostenibilidad a medio ambiente, pero ¿qué es una empresa sostenible?
El centro del concepto de sostenibilidad son los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Naciones Unidas, creados con el apoyo de 175 países para impulsar el cambio y mejorar el mundo en que vivimos. Estos 17 objetivos incluyen el fin de la pobreza y el hambre, el cuidado de la salud y el bienestar o la acción por el clima y la igualdad, y todo esto involucra a las empresas. La sostenibilidad de una empresa no se mide solo por el impacto que tiene hacia el medio ambiente, sino el impacto que tiene en sus empleados, en la comunidad, en sus grupos de interés, en la sociedad.
En la actualidad, ¿Es posible el éxito de una marca que no contempla su desarrollo empresarial desde el punto de vista de la sostenibilidad?
Las empresas y marcas que no giran su negocio, producción, operaciones y mentalidad hacia la sostenibilidad tienen los días contados. Esto es debido en gran parte a la aparición de un nuevo consumidor más exigente y a una serie de factores que van creando la necesidad de sostenibilidad.
Vamos a empezar a ver regulación y obligaciones más rigurosas que afectarán directamente a la actividad de las empresas; el aumento de precio de los recursos naturales, cada vez más limitados, empujará a los negocios a buscar soluciones más sostenibles y económicas; y ya hay y habrá más procesos y avances tecnológicos que permiten ser más sostenibles con un menor coste y que ayudan a racionalizar el negocio. Además, está la presión creciente ejercida por empleados y grupos de interés de la empresa y por el consumidor.
“Las empresas necesitan tener un propósito y ser auténticas para conectar con el nuevo y emergente consumidor, que les pide que sean responsables”
Por suerte, son cada vez más las empresas que quieren hacerlo bien para la sociedad, la comunidad y el planeta. Las empresas no sostenibles no desaparecerán de un día al otro, pero irán cediendo su cuota de mercado a otras más sostenibles que empiezan a tener más apoyo del consumidor, que logran poner su producto o servicio en el mercado con la menor huella de carbono y el mayor impacto positivo posibles y, en muchos casos, de manera más competitiva, porque habrán afinado muchas áreas de su negocio para ser más eficientes.
¿Conoces los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas?
Como consumidores, ¿asumimos nuestro papel de ‘impulsores’ del cambio en las empresas?
Los consumidores se están dando cuenta de su poder sobre las marcas y las empresas, a través de sus decisiones de compra y su lealtad a una marca u otra, por lo tanto nuestro poder de adquisición puede influir directamente en los resultados de la empresa. Luego hay movimientos colaborativos de disrupción masiva como “Desnuda la fruta, Extintion Rebellion, Fridays for Change, que son ejemplo de cómo individuos luchando juntos pueden impulsar el cambio. Esto, combinado con el poder y conectividad de las redes sociales, casi obliga a la transparencia de las marcas y empresas, porque es más difícil esconderse. Es el inicio de una “revolución” para la que las empresas tienen que estar preparadas, informando y siendo más transparentes, para conectar con los consumidores.
¿Ha nacido un nuevo consumidor consciente?
El nuevo consumidor es extremadamente consciente, mejor informado y menos conformista, tiene claros sus valores y quiere verlos reflejados en las marcas que consume. Desea que sean responsables, éticas, justas y transparentes. No son solo los millenials y las generaciones posteriores: un rango amplio de consumidores han despertado.
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Pero, ¿tenemos en cuenta lo suficiente el impacto medioambiental de una marca?
Estamos empezando a ser más consciente de ello, pero hay todavía un largo camino por recorrer, principalmente por la falta de información sobre los productos que consumimos. Hay apps que te informan de tu huella de carbono o del origen de un producto, y miramos cada vez más qué contiene cada producto; sin embargo, las marcas no siempre facilitan el camino. Todavía vamos por la vida consumiendo de manera ciega sin saber cómo se fabrican las cosas que utilizamos, que comemos o con las que nos vestimos, ni qué impacto ha tenido su producción. Si estuviéramos mejor informados cambiaríamos muchos de nuestros comportamientos, sin ninguna duda.
Como trabajadores, ¿influye el impacto ambiental de una empresa a la hora de presentar una candidatura a un puesto?
Cada vez más y sobre todo en los jóvenes, que quieren trabajar en empresas que ayuden a construir un mundo mejor y eligen marcas que encajen con sus valores. Ahora los candidatos preguntan sobre los valores de la empresa, su misión, su propósito, su impacto en el medioambiente, en las comunidades locales o rurales o su huella de carbono, además de querer saber si las empresas ofrecen un entorno sostenible. A Sustainable Brands asisten también directores de RR.HH. para entender el cambio que se está produciendo y aplicarlo internamente para satisfacer a sus empleados. Porque los empleados son embajadores de la marca y vehículos muy potentes para transmitir su filosofía.
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El nuevo consumidor es extremadamente consciente, mejor informado y menos conformista, tiene claros sus valores y quiere verlos reflejados en las marcas que consume
Llega una nueva edición de Sustainable Brands en Madrid. ¿Las grandes marcas apuestan por esta nueva filosofía de combinar sostenibilidad y negocio? ¿O es más sencillo asumir el desarrollo empresarial sostenible desde una pequeña empresa?
Sin ninguna duda las grandes empresas apuestan por ello, porque necesitan y porque deben hacerlo. Muchas son pioneras en el giro a un negocio circular, con menos huella de carbono y menos contaminante, reinventando sus procesos de producción, usando el 100% de los desechos….
Siempre será más fácil girar una lancha que un carguero, pero para cualquier empresa un cambio de estas características requiere un gran esfuerzo y compromiso. La empresa pequeña tiene la ventaja de ser más versátil y puede incorporar cambios más rápido, pero supone un mayor esfuerzo en recursos. Una empresa de mayores dimensiones, que se extiende a nivel mundial, requiere un grado enorme de planificación y coordinación y más tiempo para implementar cambios sostenibles en su negocio, actividad, cultura y día a día.
Sustainable Brands Madrid 2019
¿La comunicación y el marketing ético son una utopía o es posible vender sin mentir?
Aunque puede sonar a muchos como utopía, puede ser y es una realidad para muchas marcas y empresas comprometidas y sostenibles. Sin embargo siguen existiendo demasiados casos de marcas y empresas que realizan malas prácticas como el greenwashing. Debería haber más regulación, no solamente sobre lo que se publicita en un anuncio sino también sobre los envases, como el mal uso de la palabra “reciclado” o “reciclable”, cuando realmente no es.
Mientras el marketing se ha enfocado siempre a lograr crear un deseo en la mente del consumidor para que consuma tu producto, el marketing responsable transmite los valores del producto o servicio y se basa en la honestidad, la realidad, la transparencia y la humildad. Eso sí es la utopía del marketing ético y responsable.
Las empresas que no giran su negocio y su mentalidad hacia la sostenibilidad tienen los días contado