¿Cómo serán las ciudades del futuro? ¿Cómo influye el color en el cambio climático? ¿Cuál es la clave del éxito de una marca? Son algunas de las preguntas que en Connections by Finsa hemos planteado hasta la fecha a una treintena de expertos. Hoy recordamos las respuestas de algunos de los protagonistas de CONEXIÓN CON…

El color que nos cambia la vida

“A veces un mínimo cambio de tonalidad puede marcar la diferencia entre el fracaso y el éxito de un diseño”. Con esta frase Karl Johan Bertilsson resumía, en Connections by Finsa, la importancia del color. No es sólo estética, sino que detrás hay toda una filosofía que puede influir en nuestra vida, nuestro estado de ánimo, o en la calidad medioambiental. Es el poder del color.

Pero ¿cómo elegir la paleta adecuada, la tonalidad, los matices que conseguirán convertir un lienzo en blanco en un proyecto de éxito? Tras la respuesta a esta pregunta hay todo un trabajo de investigación. El que realizan los expertos en color como Bertilsson o Carlolina Calzada. Ambos ayudan a empresas y arquitectos a diseñar estrategias de color exitosas.

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El director creativo de NCS Colour está al frente del equipo que define las tendencias para los próximos años. Analizan nuestras preferencias, pero también las influencias externas que impulsan ciertas áreas de color, tonos o matices. Drivers como “la urbanización, el cambio climático, el nuevo feminismo o la digitalización”. Sobre esta base, Karl Johan Bertilsson avanzaba que nos adentramos en una era de contrastes donde los colores “serán neutros y pálidos, combinados con tonos oscuros pero cálidos” y destacando la gama pastel.

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Con esa calidez coincide también Carolina Calzada, pero añade un condicionante más que se ha colado en nuestras vidas: la Covid-19. Sin duda cambiará nuestra percepción y las tendencias. Será necesario invertir en bienestar, y aquí la psicología del color jugará un papel importante. “La nueva distancia social puede hacer que la gente desee casas más cálidas, con espacios que les hagan sentir mejor. El color en decoración se utiliza de una forma funcional y se centra en cómo beneficiar al usuario y ayudar a que los espacios cumplan una función”.

Cómo utilizar las distintas paletas y tonalidades para mejor la calidad de vida en el medio urbano. Cómo reducir el calentamiento global. Cómo rebajar nuestra ansiedad o contribuir al bienestar y la integración social. Todo puede lograrse con el tono adecuado porque “desde el diseño de oficinas a hogares o espacios públicos, todos pueden verse beneficiados por un uso del color mejor pensado”.

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Así serán las viviendas del futuro

En ese diseño de las ciudades del futuro se centran también otros de nuestros protagonistas, Rocío Pina y Carmelo Rodríguez, de ENORME Studio. Defensores de la “arquitectura colaborativa”, plantean la ciudad del futuro como “la de los ciudadanos” donde todos seamos conscientes de que “la calle que pisas no es algo ajeno a ti”. Esa filosofía la trasladan a cada proyecto convencidos, dicen, de que “hay un cambio radical en la manera de entender nuestras viviendas y estamos en el momento de llevarlas a cabo”.

En ENORME Studio afrontan los problemas de falta de espacio y la densidad urbana que las actuales viviendas no solucionan. Su propuesta: el proyecto Living Big de sistemas móviles que nos presentaron en Connections by Finsa. Una solución a la falta de espacio y a la necesidad de que las casas se transformen fácilmente a lo largo del día. “Cada habitación debe tener la capacidad de dar cabida a múltiples situaciones vitales”, destacaron.

Diseño: Funcionalidad y emoción

Esa necesidad de cambio es una de las características de Ben Castro. También él comenzó como arquitecto, pero esa curiosidad que asegura debe tener un buen diseñador, le ha llevado a tocar numerosas facetas. Desde diseñador de producto al cargo actual de Senior Designer Flagships en Nike, todo su periplo profesional no ha hecho más que enriquecer su necesidad de experimentar.

Una necesidad que plasmó en sus orígenes en Basurama, un lugar de creación en el que experimentar con materiales y espacios efímeros que creó con un grupo de amigos. “Como no teníamos muchos recursos surgió la idea de utilizar residuos y descubrimos que no solo no era una limitación, sino que la basura nos abría un mundo infinito de posibilidades y formas”, explicó.

Quizás de aquella época le quedó su interés por las construcciones temporales, y esto le llevó a trabajar con grandes marcas diseñando sus tiendas, como espacios retail para Zara, con la que ha vivido la irrupción del comercio online. “Hay mucho potencial por descubrir y por introducir en el diseño de espacios comerciales, las marcas necesitan tener un enfoque más atrevido”. subrayó.

 

Para Ben Castro “el buen diseño tiene que ser capaz de transmitir emociones y no dejar indiferente, generar impacto y agitar un poco”. Para otro de nuestros protagonistas, Tomás Alonso, un buen diseño es el que entiende para qué es lo que estás diseñando, para quién, por qué, cómo… Lo pones todo junto y encuentras una solución que tiene equilibrio y da respuesta a ese contexto”.

Actualmente es uno de los diseñadores españoles más internacionales y ha trabajado para grandes marcas como Camper, Ikea o Swarovski. Disfruta con la gestación de cada proyecto, ya sea diseño de espacios o de producto, porque para él “empaparte del contexto de con quién estás trabajando es crucial, porque cuanto más entiendas eso mejores soluciones puedes proponer”.

 

Curioso por naturaleza, Tomás Alonso cree que esa es una de las cualidades que ha de tener un buen diseñador, además de una manera tangencial de ver el mundo. También es importante intentar buscar soluciones diferentes porque “al final, la mayor parte de los estudios que funcionan bien son los que van más allá de lo que se ha hecho antes”.

La importancia de la marca

Una afirmación en la que profundiza el Premio Nacional de Diseño 2017, Manuel Estrada. Uno de los diseñadores gráficos de mayor proyección nacional e internacional fue otro de los protagonistas de CONEXIÓN CON…

Recibió el galardón por su compromiso de hacer del diseño una herramienta para el progreso empresarial, social y cultural, reconociendo así una de sus máximas. Para Estrada, el diseño no es una guinda, trasciende más allá de lo estético para convertirse en un factor empresarial. “El diseño puede hacer nuestras empresas más competitivas diferenciándolas” ya que puede ser un elemento estratégico para potenciar la transformación de la empresa.

¿Cuál es la clave? Manuel Estrada lo tiene claro: “El componente cultural, entendido como la manera de ordenar el conocimiento colectivo, de saber situar una empresa en una época y hacer que se perciba su actividad”.