Kos, hygge, gluggaveður, lagom… No te confundas, no son los nombres de las nuevas estanterías de Ikea. Todas estas palabras esconden el secreto de la felicidad del estilo de vida escandinavo, de Dinamarca a Finlandia. Si te gusta su diseño, tal vez quieras apuntarte a su filosofía, que sitúa a estos países entre los 10 más felices del mundo.
Hygge, el pionero danés
¿Sabías que en Copenhague existe un Instituto para la Búsqueda de la Felicidad? Su director, Meik Wiking, nos descubre en el libro “Hygge. La felicidad de las pequeñas cosas” ese seductor concepto en el que se basa la felicidad danesa. Aunque es difícil dar una traducción exacta a ninguno de estos términos, el hygge sería “la exaltación de la sencillez”, momentos de disfrute calmado, una felicidad cotidiana ligada al bienestar hogareño. que nos remite a momentos de relajación y disfrute calmado: tomar una galletas caseras o leer tranquilamente un libro es hygge.
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Lagom, el equilibrio sueco
No solo de hygge vive el hombre, así que los suecos también decidieron exportar su receta de la felicidad: lagom. Se trata de buscar el equilibrio en todas las facetas de la vida, haciendo las cosas de la mejor manera posible sin desperdiciar recursos. Es el reino de la sensatez para lograr una sociedad donde todos vivan en armonía. Lagom puede ser comer moderadamente, trabajar lo necesario, vestir sin estridencias…
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Kos, la intimidad compartida noruega
El portal turístico noruego no duda en calificarla como “la palabra más importante” de su idioma. Kos es más social y se trata de compartir experiencias con familiares o amigos, creando momentos de intimidad. La soledad está desterrada del kos, que busca que la gente se una y pase un buen rato en compañía. Muy relacionado con los largos inviernos y la fuerza de la naturaleza, un momento kos puede ser una cena ante una chimenea o un paseo por un bosque nevado.
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Gluggaveður, contemplar la salvaje Islandia desde la ventana
Con largos inviernos, temperaturas bajo cero y muy pocas horas de luz, es normal que la mayoría de los términos nórdicos relacionados con el bienestar nos inviten a quedarnos en casa. Y el gluggaveður islandés significa literalmente eso: el tiempo (meteorológico) que sólo apetece ver a través de la ventana. Un cuarto acogedor, ropa cómoda y una taza de chocolate en la mano son los básicos para disfrutarlo.
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Sisu, la resiliencia finlandesa
Los finlandeses aprendieron a resistir a la dureza de la región gracias al sisu, su coraje para enfrentar situaciones complicadas superando todos los obstáculos. Esta fuerza interior sigue siendo la base de su actitud ante la vida cotidiana. ¿Un ejemplo de sisu? ¡Atreverse a darse un chapuzón en un lago helado tras una sauna!
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