¿Y si reconsideramos los grandes retos urbanísticos en pequeña escala? A pie de calle, en el barrio de toda la vida. En este reportaje analizamos los ecobarrios como una solución sostenible a las problemáticas del urbanismo.
Reconvertir mejor que tirar…
Comenzamos con unos datos para aportar contexto al reto del urbanismo: en España el 75% de las viviendas se construyeron antes de 1979, cuando entró en vigor la primera directiva europea sobre eficiencia energética. Los edificios tienen una antigüedad media de 45 años y certificación energética E, en lo más bajo de la clasificación de eficiencia.
La rehabilitación ha hecho mucho por mejorar estas cifras. Según el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, aumentó un 30% desde el coronavirus, y se erige como clave para alcanzar los objetivos propuestos desde el marco europeo: “reconvertir, acondicionar, regenerar y rehabilitar siempre será mejor que tirar abajo los barrios, porque en ellos viven las personas con su propia identidad”, destaca en El País Ester Higueras, profesora titular del Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid (ETSAM). El punto de partida está claro.
Ecobarrios: qué son y cómo afrontan el reto urbanístico
Siguiendo la línea marcada por la experta, los ecobarrios aparecen como la solución ideal. Se trata de un concepto que abraza la sostenibilidad en todas sus vertientes, tanto ecológica como social. En este sentido, Javier García-Germán, del estudio Totem Arquitectos Asociados (TAAs), aclara que las ciudades “se deben entender como ecosistemas sociales” en los que las capas de calles, aceras y edificios deben superponerse a clima, agua, energía, materia orgánica y población”.
Atendiendo a estos preceptos, los ecobarrios se caracterizan por cuatro premisas:
- Alta densidad (más de sesenta viviendas por hectárea).
- Cohesión social a través de un sistema de inclusión que facilite la participación.
- Usos diversos más allá del residencial.
- Eficiencia energética y de consumos mediante la utilización de fuentes renovables, calderas renovadas, aislamiento de fachadas…
¿Cómo se configura el paisaje urbano de un ecobarrio? Según destacan algunos estudios, es la evolución moderna de la ciudad mediterránea, en contestación a la gentrificación y zonificación de las grandes metrópolis.
Se constituye por edificios compactos y bien orientados para optimizar las energías renovables y su conexión con las redes de información y comunicación, con calles y espacios públicos que permitan circulación peatonal ágil y cómoda, sin barreras arquitectónicas y con equipamientos verdes y fácilmente accesibles. Los requisitos no se quedan cortos, pero Europa cuenta con una posición privilegiada para sacar ventaja de este modelo.
¿Qué beneficios reporta un ecobarrio?
Vistas sus características, es momento de hablar de los beneficios que trae consigo implantar un ecobarrio, según los sintetiza el urbanista Carlos Verdaguer:
- Más zonas comunes e inclusión: se potencian tipologías de viviendas muy diferentes para dar lugar a una población diversa. Las plantas bajas se dedican a comercios y usos públicos, mezclando formas de emplear áreas comunes.
- Aumento de espacios exteriores y verdes: cada apartamento tiene su propio jardín y huerto para asegurar que los edificios estén sombreados en verano y soleados en invierno. Así se reducen consumos en aire acondicionado y calefacción (estimados en un 15%-20% de ahorro, según detalla la Asociación de Empresas de Eficiencia Energética).
- Modelo urbano autónomo y conectado: planteado para distancias cortas, con buen acceso a servicios y equipamiento de carácter central. Las bases son el transporte público, sendas ciclistas y peatonales.
- Respeto al patrimonio y legado sociocultural: lejos de uniformizar la estética, los ecobarrios apuestan por la integración de elementos paisajísticos y la preservación de áreas naturales.
Ejemplos de ecobarrios
Seguro que estás deseando conocer ejemplos reales de ecobarrios. En Connections by Finsa ya les dedicamos un espacio propio a propuestas iniciáticas como estos barrios en madera o el proyecto Dakdorpen, centrado en instalar pueblos en las azoteas. En este post podrás ver seis casos de ecobarrios en todo el mundo.
Organizaciones sociales de base, el cambio de paradigma
La implantación de un ecobarrio debe afrontar primeramente un diagnóstico de los índices de impacto ambiental con la finalidad de seleccionar la población idónea. En este proceso se hace necesario implicar a organizaciones sociales de base que influyan en la toma de decisiones a nivel urbanístico, y que para tal fin conozcan las técnicas de facilitación y de consenso.
El reto aquí se encuentra en cohesionarlas o bien crearlas si previamente no existían… algo similar a establecer los estatutos de cualquier comunidad en un vecindario, pero a gran escala. Este es, sin duda, el factor diferencial que posibilita la creación de un entorno urbanístico por y para la ciudadanía, guiándose además por los principios de sostenibilidad.
¿Te animarás a potenciar la filosofía ecobarrios en tu próximo proyecto urbanístico? ¿Ya te has iniciado en ellos? Cuéntanoslo en redes sociales usando el hashtag #ConnectionsByFinsa y conecta con las últimas tendencias en arquitectura e interiorismo. ¡Te leemos!