Un paso clave para que todas nuestras casas se conviertan en smarthomes es la difusión de los dispositivos conectados. Y ya sabéis que cuando hablamos de dispositivos hablamos de cualquier elemento susceptible de conectarse, y no sólo de ordenadores y smarphones.
Desde frigoríficos a espejos virtuales, pasando por enchufes o luces, casi todos los objetos de una casa serán susceptibles de ser conectados. Pero más allá de las casas, en las smartcities del futuro los contenedores de basura podrían avisar a los recogedores cuando estén llenos.
Según Google, vamos a pasar de los 5.000 millones de dispositivos conectados a internet que existen en la actualidad a 25.000 millones en 2020. Si hacéis la cuenta, son 20.000 dispositivos más en tan sólo tres años. ¿Creéis que esta ‘conectividad total’ está cada vez más cerca?