¿Qué tendrán los argentinos con los instrumentos inventados? Al mismo tiempo que los famosos Les Luthiers recogían el premio Princesa de Asturias de Comunicación en Oviedo, sus paisanos Eric Goldemberg y Veronica Zalcberg, de MONAD Studio, inauguraban una exposición mediante impresión 3D con seis futuristas instrumentos musicales en el Museo Judío de Florida.
La impresión 3D es uno de los ámbitos relacionados con la cultura maker que más se está desarrollando. Continuamente leemos noticias sobre novedades relacionadas con la construcción o la medicina. Pero la impresión 3D también se escucha, en forma de instrumentos musicales.
Goldemberg y Zalcberg los llaman “esculturas sónicas” y han sido creadas mediante impresión 3D. No sólo llaman la atención por sus formas futuristas, sino también por su sonido, más cercano a la música experimental. La estrella de la exposición es un violín realizado con miles de capas de titanio. Junto a él se muestran un violonchelo de plástico, dos bajos, una guitarra y un instrumento de la familia de las tubas. En estos momentos trabajan en la creación de un piano, que se presentará a principios de 2018, que será comercializado por un precio entorno a los 200.000 euros y será “customizable”.
Pero estos argentinos no son los primeros en aplicar la impresión 3D a la creación de instrumentos. En 2014 ya pudimos asistir al primer concierto de la ‘3D-printed band’ una banda cuyos instrumentos habían sido impresos en 3D. La iniciativa partió de Olaf Diegel, profesor de la Universidad de Lund, que comenzó a fabricar guitarras impresas en 3D en 2012, atraído por las diversidad de formas que le permitían crear.