Desde su creación en 1969, Internet ha sido una herramienta que ha transformado la forma en que interactuamos y vivimos nuestras vidas. Cada año, el Día de Internet es una oportunidad para reflexionar sobre cómo ha cambiado la tecnología nuestra forma de comunicarnos, trabajar, aprender y relacionarnos con los demás. Pero el impacto de Internet no se limita a nuestras vidas digitales, sino que también ha influido en la forma en que se diseñan y construyen nuestros espacios físicos.
Internet ha transformado la arquitectura y nuestros espacios, desde el diseño de edificios inteligentes hasta la creación de nuevas formas de vivir y trabajar en comunidades online.
Del smartphone a las smartcities.
¿Es posible que tu habitación cambie de color según tu estado de ánimo? ¿O que tu silla te avise cuando estás sentado en una postura incorrecta? Con el internet de las cosas (IoT) esto es posible. La creatividad y la innovación en interiorismo hacen confluir nuestra parte más creativa con este avance tecnológico, que permite a los objetos comunicarse sin intervención humana. Ya conocemos ejemplos de ello, como los sistemas de iluminación inteligentes o la climatización automática. A parte de hacer nuestra vida más cómoda, también tenemos que contar con la sostenibilidad, ya que la eficiencia energética es un factor importante de estos sistemas.
Un edificio diseñado para estar conectado podría predecir cuándo llegas y tus patrones de uso de agua para un ahorro mayor de recursos, incluso para tareas que quedarían en segundo plano, como avisarte de que no te queda leche u otros víveres a través de una despensa inteligente. Todo de una forma rápida y a través de tu teléfono.
Claramente, IoT tiene unas ventajas inimaginables que mejoraría nuestro bienestar y eficiencia pero ¿está internet haciendo del mundo un lugar mejor? A medida que esta tendencia avanza, también lo hace la contraria: JOMO en interiorismo.
Ya hablamos de esta tendencia en el pasado, y es que, la idea de desintoxicarse de la tecnología e internet en nuestro tiempo libre es un clamor social que se está trasladando al hogar, reclamando más espacios verdes, salones sin televisores, más disposiciones de muebles que facilitan la conversación y materiales que aportan calidez y tradición.