Bastin es un escultor no figurativo. Lo suyo es lo abstracto, la forma espiritual geométrica. Deriva su estética y lenguaje de diseño de cubos, cilindros y rectángulos, a partir de los cuales desarrolla el universo diverso de sus cuerpos espaciales abiertos y cerrados
La herramienta de trabajo que utiliza es la motosierra, la herramienta industrial contemporánea que sirve tanto para lo monumental como para las piezas pequeñas, que hace cortes brutales con la misma rutina que el corte fino. El artista luxemburgués ahora tiene una habilidad casi virtuosa en el manejo de su dispositivo. Y, sin embargo, nunca hay nada mecánico en su trabajo. Cada intervención permanece visible como un efecto planificado.
El color negro de las esculturas es debido a la madera carbonizada. A pesar de parecer un estilo agresivo, por emplear una motosierra, Bastin busca serenamente desvelar los secretos de la naturaleza del árbol. La simbiosis entre opuestos como es el estilo brutalista e industrial con un material orgánico, crea un estilo único y una nueva vuelta acogedora a estos estilos contemporáneos.
En el mundo del interiorismo, nos sirve como inspiración para espacios más masculinos, la madera quemada y las maderas negras tintadas nos pueden combinar muy bien con metales plata, colores neutros y materiales como el hormigón. En el mundo de los textiles proponemos el cuero en un color marrón oscuro. Las formas de sus esculturas nos hacen pensar en formas rústicas y orgánicas con ángulos punzantes.