El color despierta nuestra imaginación y nos anima a cambiar lo establecido apostando por nuevos modelos del hábitat.
Los espacios se conciben para diversas funciones buscando la versatilidad de los mismos. Más allá de los fogones, una cocina puede convertirse en una oficina o en un gimnasio. Lo que pensábamos como inamovible ya no lo es, y esto abre posibilidades de exploración casi infinitas: muebles que separan y a la vez almacenan, habitaciones que se despliegan y transforman según los usos que necesitemos en ese momento.