El humanismo digital entra de lleno en los espacios y permite conectar a las personas con la tecnología allí donde estén.
La digitalización es imparable, y en interiorismo implica mucho más que fríos sistemas de domótica: los sistemas se han democratizado volviéndose más amables y asequibles para todo el mundo. Esta humanización sin precedentes supone un cambio de paradigma: la tecnología nos ha demostrado su capacidad para acercarnos y nos facilita la vida asegurando la seguridad, limpieza e higiene de los hogares.