Los alimentos son una fuente imprescindible de color, incluso podemos usarlos para crear tintes naturales con los que teñir textiles. Te presentamos una selección de productos y el color que se logra con ellos.
Para tonalidades típicas del verano como el amarillo se pueden emplear hojas y tallos de zanahoria.
También se puede optar por las cáscaras de calabaza para los tonos cálidos como amarillo y naranja.
Aunque parezca extraño con el verde de la piel de aguacate se saca un hermoso rosa claro.
Como no podía ser de otra manera con Fresas y cerezas se obtiene una paleta de rojos.
Por último los repollos morados ofrecen unos refrescantes tonos azules y púrpuras.