¿Pueden la arquitectura y el interiorismo modificar la manera de entender no solo las librerías, sino la manera en la que leemos y disfrutamos de las obras literarias? Os traemos unos ejemplos inspiradores de cómo los espacios importan, y mucho, en la experiencia cultural.
- Un túnel de libros hasta lo más profundo de la literatura. Este es el concepto que trabajó el estudio Xl-Muse para la librería Yangzhou Zhongshuge en China.
- La palaciega librería Lello de O Porto. Un edificio de estilo neogótico que alberga este negocio desde principios del siglo XX.
- Déjate llevar por el color. La librería Saraiva de Rio de Janeiro dispone sus fondos por un orden cromático. Una original propuesta para imbuirse en distintos géneros literarios.
- «Dilapida tu tiempo con nosotros», reza el lema de la librería madrileña Tipos infames. Destacamos su ambiente por la manera de aunar una vinoteca con la venta de libros y organización de eventos. Todo un espacio multidisciplinar.
- Como concepto original y vintage, destacamos el videoclub de libros de segunda mano Another Country, en Berlín. Por 1’5 euros puedes llevarte un libro y devolverlo cuando lo leas.