Agudiza tus sentidos y déjate llevar por las sensaciones que la madera transmite. Te invitamos a escuchar, probar, tocar, oler, mirar… En definitiva, a sentir la madera.

Gusto

La madera puede convertirse en un ingrediente más de la gastronomía. Estamos acostumbrados a verla en vajillas, utensilios de cocina y complementos pero ¿te atreverías a probarla? En Argentina encontramos el Yacaratiá. Se conoce popularmente como el árbol del pan, su madera es comestible y sirve de base para un gran número de platos.

 

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Oído

Cada madera es única y su sonido también, por eso es la base de los instrumentos musicales. La más utilizada es la de arce, sobre todo para los instrumentos de cuerda. Esta variedad permite generar sonidos brillantes y llenos de tonos transparentes medio-altos. Su resistencia la hace muy apropiada, por ejemplo, para los mástiles de las guitarras.

Olfato

Respira hondo mientras evocas el olor de la madera. Es, probablemente, el más característico de los sentidos. El aroma aporta bienestar y serenidad y puede ser más o menos intenso, dependiendo de la zona en la que ha crecido el árbol. Por eso es la base de numerosos perfumes y ambientadores. ¿Por qué no meter la naturaleza en el hogar?

Vista

Por mucho que mires no encontrarás dos árboles iguales. Así que no hay dos piezas de madera iguales. Eso hace a cada diseño especial y exclusivo. En cada pieza encontrarás un pedazo de historia. Por eso, porque nos transporta a la naturaleza, porque aporta calidez cada vez se utiliza más como elemento arquitectónico y decorativo. Vigas a la vista o muebles de madera hace un hogar único.

 

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Tacto

¿Puedes resistirte a tocarla? Porosa, imperfecta, viva… La madera rompe la monotonía de los espacios aportando textura y calidez. Esa calidez que, frente a otros materiales fríos, percibimos con solo tocarla. Por eso, además de en interiores, cada vez se utiliza más para fabricar artículos cotidianos. Desde juguetes hasta fundas de móviles. Conectados siempre con la naturaleza.

 

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