Que se mueran los feos… cantaban Los Sirex en los años 60. En el siglo XXI La Ugly fashion o la atracción por lo feo conquista las pasarelas, la moda, la publicidad y hasta la comida. ¡Que no se mueran los feos!
La atracción por la fealdad no es algo nuevo. Los enanos de Velázquez, las pinturas negras de Goya, los personajes de Toulouse-Lautrec, el brutalismo arquitectónico, las vanguardias del siglo XX, lo kitsch y lo camp… El arte ha abrazado lo feo como lenguaje expresivo a lo largo de toda su historia. En pleno siglo XXI esa atracción se ha extendido desde la ugly fashion a un gran número de ámbitos diferentes. En esta nueva moda también podemos rastrear la influencia del Wabi Sabi, una filosofía importada de Japón que se basa en saber encontrar la belleza en la imperfección.
Ugly fashion: ¿la moda se está volviendo fea?
La moda siempre ha jugado, a nivel de grandes firmas, con las combinaciones sorprendentes y con cierta presencia de lo feo: ahí tenemos a Prada y sus sandalias con calcetines o Gucci y su chándal con tacones. Sin embargo, en los últimos años ha dado un paso más, rompiendo con los cánones establecidos con propuestas de lo más bizarro, como los Crocs con plataforma de Balenciaga, que este 2019 riza el rizo con unos stilettos de estética Croc, que también recuerdan a los zapatos de la Barbie.
Lo que ya no nos esperábamos es que estas excentricidades diesen el salto de la pasarela a la calle, y parece que para quedarse. Para algunos esta ugly fashion o moda fea, como la de los vestidos de abuela, es un triunfo del feminismo que libera a la mujer de la exigencia de presentarse constantemente como un objeto de deseo masculino, el triunfo de la comodidad frente a lo sexy. ¿Estaremos ante un nuevo canon de belleza en el mundo de la moda?
Ugly models… o mujeres reales
Hasta no hace mucho el diastema (separación entre los incisivos superiores) se corregía mediante ortodoncia. Pero tras el éxito de modelos y actrices con esta particularidad -Madonna, Vanessa Paradis o Georgia Jagger son algunos ejemplos- se pusieron de moda las intervenciones para provocárselo.
Orejas de soplillo, ojos saltones, narices grandes… Todos esos defectos que tradicionalmente provocaban la burla de los compañeros de colegio o las miradas piadosas de los amigos ahora han llegado a las pasarelas de la mano de modelos “imperfectas” como Molly Bair, Liza Ostanina o Masha Tyelna. Pero la moda ha ido más allá, con la incorporación de modelos con defectos estéticos vinculados a problemas de salud: Winnie Harlow hizo visible el vitíligo, Melanie Gaydos ha alcanzado reconocimiento internacional a pesar de su displasia ectodérmica, un desorden genético que ocasiona un desarrollo anormal en varias partes del cuerpo. La albina Nastya Zhidkova y la sordociega Mireia Mendoza son otros ejemplos de superación. Y todas ellas son reflejo de mujeres reales que toman las portadas de las revistas.
Sin embargo en ocasiones esta apuesta por la imperfección no es bien recibida. Ese fue el caso de la multinacional Zara, que este mismo año se ha visto envuelta en la polémica por una campaña donde aparecía la modelo china Jing Wen. ¿El motivo? La población China consideró una ofensa a su cultura la presencia de pecas en su piel, algo poco común entre las mujeres asiáticas, y acusaron a la marca de querer imponerles estándares de belleza occidental. El espíritu japonés del wabi sabi no ha cruzado hasta las costas chinas.
Ugly food: el sabor de lo feo
En las estanterías de los supermercados te será difícil encontrar una fruta o verdura que muestre una imperfección, ya que saben que las piezas “feas” no se venden. Sin embargo, la empresa Misfits Market ha sabido aprovechar este nuevo amor a lo feo, en su versión foodie. A través de su web ayudan a que “frutas y verduras inadaptadas encuentren un buen hogar” vendiendo bajo suscripción aquellos productos que las tiendas rechazan porque presentan manchas, o bultos u otras imperfecciones. No son los únicos, la francesa Intermarché desarrolla campañas en favor de las frutas y legumbres “feas” , mientras la británica Asda los comercializa en sus “wonky box”.
El auge de la ugly food está muy relacionado con la mayor conciencia ecológica universal, ya que su principal objetivo es reducir las 1,3 billones de toneladas de alimentos que se desperdician cada año en todo el mundo, no por su calidad nutricional, sino simplemente porque su apariencia se desvía de lo que se considera óptimo”. Entre sus ventajas también está un considerable ahorro en la cesta de la compra, ya que estos productos “defectuosos” se venden a un precio menor que sus hermanos “guapos”.
Ugly advertising: lo feo vende
En los últimos años los anuncios “cutres” han dado el salto desde las teles locales a internet, donde grandes marcas de consumo buscan imitar la estética de los videos amateurs. Los publicistas se han dado cuenta de que lo feo vende y lo han incorporado a sus campañas. Tim Leake, Director de Marketing e Innovación de RPA, lo califica de ugly advertising y su finalidad es conectar con el público de los nuevos canales digitales. El aspecto y calidad visual de un anuncio ha dejado de ser lo más importante para unos consumidores que demandan un nuevo lenguaje que se adapte a ellos: anuncios que no parezcan anuncios.
¿Qué otros éxitos de lo feo nos recomiendas revisar?