Los productos de gran consumo cobran vida gracias a la imaginación de los creadores, quienes consiguen cambiar el entorno en el que estamos acostumbrados a vivir. Quizá el cambio climático y la conciencia por crear un mejor espacio sea uno de los motivos, pero también la capacidad para no dejar de innovar y elaborar nuevos diseños a partir de materiales insospechables.
“Encontrar materiales alternativos es importante, al igual que crear procesos de sustitución y reciclado rentables”, afirma la Dra. Anna Hultin Stigenberg, expresidenta del comité directivo internacional de la Knowledge and Innovation Community for Raw Materials. ¿A qué experiencias se refiere? Sillas hechas de piel y madera, mesas de cáscara de plátano o vajillas biodegradables son algunos de los ejemplos. Piezas diferentes con un diseño único y que demuestran que el mundo de la creación no tiene fronteras.
Algunos de estos objetos se caracterizan por ser respetuosos con el medio ambiente y ayudar a crear un mundo mucho más sustentable. Otros, además, sorprenden por la originalidad de sus diseños y elaborar piezas irrepetibles.
Cáscaras de fruta u hojas silvestres… ¿materia prima real y sostenible?
En el mundo existen ya diferentes iniciativas que utilizan estos materiales como principal fuente de suministro para la elaboración de objetos. La española Carmen Hijosa es la creadora de Piñatex, un proyecto que se fundó con el objetivo de buscar una alternativa al cuero natural, un material muy contaminante.
“Piñatex se posiciona como un nuevo material de innovación y se presenta como una alternativa al cuero de animal”, afirmaba su creadora, Carmen Hijosa. “Para conseguir resultados diferentes es importante estar abierto a trabajar y buscar nuevos materiales. Piensas, observas y ese proceso te lleva a encontrar nuevas soluciones”.
Por ello, Piñatex propone elaborar objetos con cuero vegetal que se consigue crear a partir de las hojas de piña que se suelen pudrir en suelo de las plantaciones. Luego se extraen las fibras y se saca la goma de celulosa. Una vez procesadas las hojas, se convierten en una serie de filamentos que podrán utilizarse después para múltiples usos tales como bolsos, zapatos e incluso vendajes, gracias a sus propiedades antibacterianas.
Pero no sólo la cáscara de la piña puede tener utilidad sino que la del plátano también esconde secretos. Banana Bags tiene el objetivo de poner fin al uso de las bolsas de plástico, estudiantes de Colombia han desarrollado un prototipo de bolsa hecha con cáscaras de plátano. Tiene un tamaño de 25×30 cm y puede soportar hasta 4 kg de peso. Este invento pretende consolidarse como una alternativa real al uso de las bolsas tradicionales, las cuales tardan unos 50 años en biodegradarse.
También del plátano, aunque no de la cáscara sino del tronco, se elabora el panel Green Blade de FIBandCo, una marca francesa que sustituye la madera por un elemento 100% natural. Una vez que dan sus frutos los troncos de las plataneras se recogen y se transforman en láminas suaves y traslúcidas. Así se elabora Green Blade, una alternativa eco que puede conseguirse en cuatro colores y diferentes medidas (desde 0.1mm a 0.35mm).
Además, la fábrica donde se produce este material, no utiliza ningún componente químico, ni agua, y genera toda la electricidad a partir de paneles fotovoltaicos.
Y, ¿qué pasaría si sustituyésemos los platos desechables de plástico por vajillas elaboradas con hojas de plantas silvestres? Esto es lo que proponen Pedram Zolgadi y Carolin Fiechter con sus platos, tuppers, fuentes o cuencos de diferentes tamaños y formas. El objetivo de esta iniciativa es luchar contra el uso indiscriminado de los platos de plástico, los cuales tardan unos 730 mil días en biodegradarse frente a los 28 que necesitan los de Leaf Republic.
La estructura es muy simple, dos hojas cosidas con fibras de palmera separadas por una hoja de papel impermeable. Estos platos resisten líquidos calientes y también pueden utilizarse en el microondas. La vajilla ya está disponible y puede adquirirse a través de su página web, ¿te atreves a probarlos?
Diseño e innovación a partes iguales
«Me gusta crear objetos que cuenten historias, e investigar y explorar nuevas funciones y materiales». Bajo esta filosofía el diseñador Jordi Ribaudí ha impulsado el proyecto Toru, una serie de objetos elaborados con cuero de curtición vegetal a partir de la piel de vacuno tratada con extractos de castaño, mimosa y quebracho.
En Igualada, Barcelona tiene su taller este artista y allí ha creado el sillón Clop, elaborado con un respaldo de cuero de curtición vegetal de 6mm con una estructura de madera maciza de roble europeo unidos con herrajes de latón. Babu es una silla inspirada en la vida nómada del desierto y se construye a partir de una lámina de cuero que se pliega sobre sí misma para formar el respaldo. Unos pequeños pies de latón fijan la forma y mantienen la silla en posición vertical. Los trabajos han sido expuestos en la Dubai Design Week y en la Feria del Mueble de Estocolmo.
Arturo Álvarez lleva más de 20 años dedicándose a la creación de soluciones de iluminación. Desde su taller en Vedra (Santiago de Compostela) trabaja con diferentes materiales y elabora a mano cada uno de los diseños, siendo así piezas únicas.
Desde hace algunos años ha decidido invertir en innovación y ha creado un nuevo material Simetech by Arturo Álvarez, elaborado con malla de silicona y caracterizado por su belleza visual y luminosidad. “Veo el futuro como una apuesta continua a favor de soluciones ahorradoras de energía, y materiales que reciclan y respetan el medio ambiente”, comentaba el diseñador en una entrevista reciente a The Hedonist. Además, relataba “planeamos continuar con nuestro trabajo de investigación y desarrollo de materiales, siempre teniendo en cuenta nuestro enfoque en la introducción de tecnologías que contribuyan al ahorro energético y a una producción sostenible”. En 2014 recibió el premio Best Of Year de la revista Interior Design.
¿Alguna vez has pensado que la tela de araña pudiese ser un sustituto de la seda? Lo cierto es que este material es elástico y muy resistente y ya se ha utilizado para elaborar chalecos antibalas, apósitos para heridas y materiales de automóviles. En 2012, Simon Peer y Nicholas Godley presentaron la primera capa elaborada con tela de araña. El diseño se expuso en el Museo Victoria & Albert de Londres, una prenda que precisó de 80 personas, un millón de arañas y ocho años de elaboración. Una pieza única que hoy se pasea de museo en museo para delicia de los visitantes.
¿Terminarán estos nuevos materiales por sustituir algunos de los más contaminantes que hoy se utilizan? Puede que el impulso de estas iniciativas haga que la sociedad se conciencie sobre el cambio y que los modelos de consumo comiencen a mudar hacia unos hábitos mucho más eco.