Los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcan la hoja de ruta planteada por Naciones Unidas para reducir nuestro impacto medioambiental y favorecer la igualdad. ¿Cómo podemos apoyarlos desde la arquitectura y el interiorismo? Desde luego, como agentes facilitadores de los espacios públicos y privados que habitamos, hay que tomar parte en el cumplimiento de estos planteamientos que garantizan un presente y un futuro basados en el bienestar de las personas y del planeta.
Cerrando el círculo: introducción a la circularidad
Vivimos en un mundo que no para de crecer. Se espera que 2030 la demanda de comida, agua y energía aumente en torno a un 50%. Lo que está claro es que los modelos económicos y culturales ya no nos valen si queremos revertir la situación.
¿Cómo podemos trazar ese cambio necesario? Hasta la fecha se potenciaba un sistema productivo lineal: tomamos lo que necesitamos del mercado y cuando no resulta útil nos deshacemos de los residuos, perdiendo el control sobre su gestión. El cambio real comienza pasando de ese sistema lineal a la circularidad. De esta forma capturamos gran parte de ese valor y pasamos a modelos regenerativos o biomiméticos, que copian esta capacidad de regenerarse que pone de manifiesto la propia naturaleza. Así, el residuo desaparece y se convierte en un nutriente. Un win-win en toda regla.
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El equilibrio es posible: medioambiente, bienestar social y crecimiento económico
La circularidad va mucho más allá de reciclar. De hecho, ¿sabías que un producto reciclable no siempre es sostenible? Para aprender a diferenciarlos, te explicamos que existen dos procesos: downcycling o infrarreaciclaje, donde principalmente se usan añadidos y químicos y hay más costes de transporte y mayor cantidad de materia prima involucrada. Lo único que hacemos aquí es retrasar la obtención del residuo. En segundo término, y como forma más recomendable, se encuentra el suprarreciclaje o upcycling, un método con el que el producto resultante es de mejor calidad o acaba siendo el mismo.
¿Cómo podemos saber qué proceso de reciclaje ha sufrido el material? Gracias al Análisis de Ciclo de Vida (LCA). Este parámetro considera todos los flujos de entrada (materia prima, energía y agua) desde todas las fases del producto. A partir de ahí se estudian las salidas (emisiones y residuos) y los indicadores de impacto ambiental (la archiconocida huella de carbono, entre otros).
En último término se obtiene la Declaración Ambiental de Producto (EPD) que recoge todos los indicadores. Es una ficha que nos indica el impacto de ese material concreto. A día de hoy queda camino por recorrer en la armonización de las EPDs, pero sí nos permiten comparar la energía de producción implícita en la fabricación de cada material que sopesemos utilizar en nuestros proyectos.
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Certificaciones medioambientales: busca una garantía de sostenibilidad
Y ya entrando en materia, ¿cómo garantizamos que los materiales que usemos cumplen los designios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible? Gracias a las certificaciones medioambientales. Cada vez que medites emplear un material u otro, deberás atender a qué tipo de ecoetiqueta lo ampara.
- Ecoetiquetas de tipo 3: una tercera parte verifica el impacto que tiene, sea cual sea.
- Ecoetiquetas de tipo 2: autodeclaraciones hechas por el propio fabricante en las que se especifica el contenido de reciclado de un producto.
- Ecoetiquetas de tipo 1: sellos otorgados por organismos que exigen reunir una serie de requisitos.
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Cradle to Cradle: la certificación circular
Centrándonos en una garantía de circularidad, la certificación Cradle to Cradle está directamente relacionada con Objetivos de Desarrollo Sostenible. Dentro de esta certificación hay dos ciclos: biológico y técnico. Una vez definido el ciclo en el que entra el material se debe permanecer en él. Presenta cinco categorías de calidad:
- Material Health: garantiza la eliminación de sustancias nocivas para personas o el medioambiente.
- Material Reutilization: representa la circularidad del producto, evitando la generación de residuos.
- Renewable Energy: defiende el uso de energías renovables en los procesos de producción.
- Water Stewardsip: audita que se emplea agua en la fabricación de forma responsable.
- Social Fairness: protege el bienestar hacia proveedores y actores involucrados y las políticas de RSC de la empresa productora.
Edificación sostenible: LEED & BREEAM & WELL & LBC
Los materiales son los que nos ayudan a cumplir los requisitos de certificaciones de edificación sostenible, que es en última instancia el papel que podemos jugar desde la arquitectura y el interiorismo. En este sentido, Green Building Council España ofrece soporte con acciones como disponer fichas en su plataforma de materiales para que conozcas los productos que serán los mejores aliados en tus proyectos.
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¿Quieres saber más sobre cómo contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible? Consulta este webinar para conocerlo todo sobre certificaciones medioambientales y edificación sostenible.