Se acabó el acumular sin sentido. Os aventurábamos en este artículo que Steve Howard, directivo de IKEA, anunciaba el límite de objetos que podemos acumular, el denominado peak stuff en Occidente. ¿El consumismo ya no está de moda o hemos aprendido por fin a replantear nuestros procesos y nuestra huella de materiales? La respuesta… pues cuarto y mitad de cada.
En este artículo del diario Independent se apunta a una de las lecturas sobre la incidencia del peak stuff: «no es que compremos cosas en otro formato, es que directamente no las compramos». Los datos lo certifican, y es que en la misma fuente señalan que el gasto en objetos domésticos ha decrecido un 26% en la última década.
Por otra parte, el propio Steve Howard apuntó en The Guardian otra cara de la misma moneda, y es que opina que «ya no estamos en un mundo en el que los bienes y servicios se producen a gran escala, de la manera convencional en la que habitualmente se ha medido este parámetro». Los cambios en el consumo también se han modificado, y es que los microondas ya no hacen feliz a la gente, pero los saltos en paracaídas, sí… Ahí está la línea.