La reedición de accesorios que causaron furor y fueron una revolución en los años 80 vuelve con fuerza y se instala en el siglo XXI revolucionando el mundo de la tecnología, o mejor dicho, de la retrotecnología.
Combinar aparatos de última generación con accesorios del pasado es una tendencia que vuelve con mucha fuerza. Si bien, la moda son ciclos y lo que ayer fue sinónimo de cambio e innovación es posible que mañana vuelva a serlo. Esto es lo que está sucediendo con la tecnología.
Cada año nacen teléfonos que nos permiten realizar más operaciones desde la palma de nuestra mano, se crean dispositivos más pequeños para escuchar música, compramos a través de la red y dejamos de acudir a los establecimientos pero, por algún motivo, no nos desprendemos del todo de aquellos objetos que marcaron una época.
Retrotecnología o «el disco no está rayado»
La llegada del CD y, posteriormente, la música en streaming provocaron una caída del formato en vinilo que lo llevó casi a desaparecer. Pero todo cambió cuando, desde hace algunos años, diferentes grupos decidieron publicar sus canciones en este formato. Además, se reeditaron muchos discos que habían desaparecido y, sorprendentemente o no, tuvieron una muy buena acogida por parte de los consumidores.
¿Cuál puede ser la clave para que los discos de vinilo vuelvan con tanta fuerza? El elemento diferenciador y más significativo podría ser la buena calidad de la música en este formato, nada que ver con el mp3. Aunque gran parte de la culpa la tiene la nostalgia de aquellos que o bien no pudieron disfrutar del vinilo cuando nació, o bien de los que quieren recordar un tiempo pasado que fue mejor.
La prueba de que el vinilo ha vuelto pisando muy fuerte la tenemos en Reino Unido, donde la empresa Official Charts Company ha creado una lista semanal con los discos de vinilo más vendidos. Además los datos son muy favorables y es que, en 2014, el vinilo facturó en este país 1,88 millones de dólares, la cifra más alta registrada en los últimos 18 años.
Pero, sin acudir a los vinilos, en el campo de la música también encontramos accesorios para los dispositivos más modernos pero con un diseño retro. Tocadiscos en los que podemos conectar un dispositivo USB y escuchar toda nuestra música. El diseño por encima de todo.
Una imagen vale más que mil palabras y, si sólo hay un ejemplar, mucho más
¿Qué es un carrete? Muchos de los llamados millennials posiblemente desconozcan la utilidad del carrete y el arte de conseguir sacar una buena foto sin posibilidad de ver el resultado al instante. Pero hoy parece que los usuarios se decantan por la resistencia, simplicidad y comodidad ante las cámaras más sofisticadas.
Y es que mezclar la posibilidad de imprimir una foto al instante y, al mismo tiempo, guardarla en una tarjeta SD para compartirla en redes sociales se convierte en una opción muy jugosa para el mercado de la retrotecnología. Esto es lo que ha hecho Polaroid: crear una cámara que, estéticamente, recuerda a las clásicas pero que nos ofrece ese doble juego.
Pero si hay un campo en el que lo retro vuelve con más fuerza que nunca ese es el de los videojuegos. Los grandes coleccionistas y fans enganchados a los clásicos no pueden olvidar el primer Super Mario, ahora reconvertido y con muchos amigos, el mítico Donkey Kong o al ratón Sonic.
Las grandes marcas lo saben y, por ello, muchas están reeditando viejas videoconsolas con todos sus juegos. La otra opción pasa por crear gadgest vintage para los dispositivos más modernos y, de algún modo, volver a la infancia.
Como en otras muchas cosas se podría decir que la pionera en crear estos accesorios fue Apple cuando, en 2010, sacó al mercado su primer iPad y el iCade, un pequeño mueble que simulaba una máquina recreativa de los años 80.
Pasado y diseño a partes iguales
Las máquinas de escribir son sinónimo de nostalgia, de aquellos que por un momento quieren sentirse genios de la literatura y no tienen miedo a enfrentarse a la página en blanco. Podría decirse que la máquina de escribir se encuentra en las antípodas de los ordenadores y los nuevos dispositivos pero, lejos de desaparecer, se ha reinventado.
Hoy encontramos aplicaciones de pura retrotecnología para tablets en las que el teclado simula una máquina de escribir aunque la opción más real sería hacerse con un teclado Qwerkywriter, que se puede conectar a cualquier dispositivo (ordenador o tablet) a través de un cable USB. La manera más fácil de transportarnos a otra época sin renunciar a la modernidad y comodidad de los dispositivos más modernos.
También los teléfonos clásicos han encontrado una manera de no marcharse con la aparición de accesorios que permiten conectarlos al móvil y al ordenador. O, para los más clásicos, recuperar los teléfonos de rueda pero con pantalla LED.
¿Y dónde podemos encontrar la mayoría de estos accesorios? Paradojas de la vida, Internet se convierte hoy en el gran distribuidor de los aparatos retros. Muchas páginas se han hecho eco de las nuevas necesidades de los usuarios modernos y ofrecen muchos de estos productos.
¿Por qué vuelve lo vintage? ¿Quién nos ha hecho creer que necesitamos volver al pasado? La nostalgia tira de la retrotecnología. Lo cierto es que en un mundo digital en el que las cosas dejan de ser tangibles, el hecho de poder tener en la mano una fotografía, un libro en papel o un disco produce cierta nostalgia en el consumidor y hace que le de más valor. Esencia de retrotecnología, vaya.
Si bien es cierto, recuperar lo bueno de aquellos objetos que, en su día, fueron innovadores y mezclarlo con los últimos avances tecnológicos puede dar lugar a nuevos productos con un gran potencial y recorrido. La realidad nos muestra que pasado y futuro conviven en un presente con mucho por descubrir.