¿Cuál es la unidad mínima de un proyecto? La habitación. ¿Y si pudiésemos estandarizar esta unidad mínima aplicando innovación desde distintos sectores y proporcionar así una solución adecuada para cualquier necesidad constructiva? Todas estas preguntas tienen respuesta en ROOM2030, la startup de arquitectura surgida en España durante 2018 para prototipar el modelo habitacional y reducir la complejidad de la edificación, sin renunciar a la sostenibilidad.
Orígenes de ROOM2030
“Tomamos como referencia el mundo del automóvil, donde se ha logrado generar una producción en serie que abarató costes sin reducir eficiencia”, explica Sergio Baragaño, arquitecto y CEO de ROOM2030. “En este caso, el equivalente del coche sería la habitación, donde se testean y se prueban opciones para llegar a un modelo escalable de hábitats industrializados”, detalla.
El germen del consorcio de ROOM2030 surgió tras probar la experiencia habitacional para hotel de 5 estrellas en el Living Lab que creó Baragaño del centro Niemeyer. A raíz de esa presentación el mercado respondió con interés y se optó por configurar la startup. “Aunque el prototipo nació para un espacio premium, la idea es ser capaces de proporcionar soluciones para diferentes sectores con calidades medias y altas, estandarizando procesos y generando volumen gracias al efecto de la cadena de producción”, sintetiza.
Tres modelos de hábitats industrializados
Siguiendo el símil automovilístico, a partir de esta prueba se establecieron tres tipos de “chasis” (habitaciones) con los que se configuraron una serie de modelos y, sobre ellos, se erige el edificio de viviendas. Actualmente se ofrecen tres tamaños de habitación en ROOM2030 que funcionan como productos en sí mismos: 25m2, 45m2 y 55m2.
Estas unidades mínimas de construcción se personalizan y escalan para estar acabadas desde la fábrica misma, e incluso se les puede incorporar mobiliario. De esta manera, el tiempo de trabajo en la ubicación final se reduce significativamente, llegando a producir viviendas en tan solo doce semanas.
Además de los tiempos, se mengua el impacto en el emplazamiento, usando cimentaciones más ligeras mediante un sistema de construcción en seco que no consume agua ni genera residuos. Por último, se añaden las certificaciones que requieran promotores o clientes. Un win-win para toda la cadena de valor.
Los materiales de la habitación del futuro
ROOM2030 se entiende como un fablab donde testar de forma muy práctica “cómo se pueden adaptar distintos productos, y ejercer así de fuente de innovación para pergeñar nuevas soluciones o incluso soluciones conjuntas con otros agentes”, argumenta Primitivo Vizoso, responsable de Innovación Abierta en Finsa, una de las empresas que forman parte del consorcio de la startup. A su vez, para las entidades que conforman la iniciativa supone “una forma de explorar nuevos modelos de negocio más allá de los canales organizativos habituales, con todo el aire fresco y agilidad que reporta”, según concluye Vizoso.
El CEO de ROOM2030 señala la madera como “el producto natural que encaja perfectamente en la filosofía de circularidad de la startup, no tan solo por no emitir CO2, sino por su capacidad de almacenamiento del mismo, sumado a la ligereza en peso que reporta a todo el edificio en su transporte y montaje, más allá de todo el activo ornamental que proporciona a interiores”. Dentro de esta ecuación, este producto estrella convive con otros materiales como el acero o el hormigón.
Retos de ROOM2030
La intención de ROOM20230 se encuentra en “cambiar el sistema de construcción y ser referencia de la revolución en la forma de levantar estructuras”, sentencia Baragaño. Dentro de los retos que afrontan desde la startup, están encajando la descarbonización a través de reforestación (del que destaca un proyecto en Extremadura con Quercus) y la consecución de edificación en altura mediante módulos industrializados escalables en su fabricación.
Precisamente, desde ROOM2030 se defiende este último reto como clave en el gran salto exponencial dentro del sector, lo que provocará un abaratamiento de costes y reducción de tiempo, y que en países como en Inglaterra ya se encuentran casos de 35 plantas. En este sentido, se desarrollan tres líneas de trabajo que apoyen los avances:
- Desarrollo de producto para necesidades concretas: oficina, home-office…
- Procesos de fabricación digitalizados (un proyecto financiado por el Principado de Asturias).
- Plataforma digital que conecte toda la cadena de valor, desde fabricante a cliente final.
Seguiremos los pasos de ROOM2030 y de los distintos proyectos y productos que da de sí esta unión ejemplar de empresas de distintos sectores por un bien común: mejorar la construcción y reducir el impacto sobre el medio ambiente.