La combinación de ciencia, neurociencia y tecnología está redefiniendo el significado del color en el diseño de interiores, abriendo la puerta a posibilidades nuevas. El color ha sido siempre una herramienta clave en el diseño de interiores. No solo afecta la estética de un espacio, sino también la percepción y el bienestar de quienes lo habitan. Sin embargo, la forma en que percibimos y utilizamos está cambiando rápidamente gracias a la tecnología. Quizá te sorprende, pero, Google, con la investigadora Ivy Ross al frente de su equipo de diseño, es uno de los referentes en este campo, explorando la relación entre color, tecnología y sensaciones humanas.
Con el auge de la inteligencia artificial, la realidad virtual y la neurociencia aplicada al diseño, profesionales de la arquitectura y diseñadores tienen ahora la posibilidad de utilizar el color como una herramienta activa para transformar la experiencia de los espacios de manera más profunda e impactante.
A medida que estas tecnologías evolucionan, estas invitan a que los profesionales del interiorismo se mantengan a la vanguardia, comprendiendo cómo la psicología del color y las nuevas opciones pueden combinarse para diseñar entornos más funcionales, estéticos y emocionalmente resonantes.
La sinestesia del color: una nueva dimensión sensorial
Durante la Milan Design Week 2024, Google presentó la instalación Making Sense of Color, una experiencia inmersiva que demostró cómo el color puede ser percibido más allá de la vista. La exposición, realizada en colaboración con el laboratorio de arte y tecnología Chromasonic, exploró la conexión entre color, sonido, textura, aroma y sabor a través de un recorrido multisensorial. Así, permitía a sus visitantes experimentar el color de forma multisensorial.
“Dentro del Google Design Studio siempre consideramos la naturaleza sensorial de lo que diseñamos, y el color es una parte fundamental. En esta exhibición quisimos preguntarnos: ¿A qué suenan, sienten, saben, huelen y se ven los colores?”, explicaba durante la presentación Ivy Ross.
El proyecto consistió en 21 habitaciones semi-translúcidas donde la iluminación variaba en función de frecuencias sonoras, demostrando que el color puede experimentarse con todos los sentidos. Este tipo de investigación abre la posibilidad de desarrollar entornos donde se produzca una adaptación a los estados emocionales de las personas, favoreciendo la relajación o la productividad según el contexto.
La sinestesia del color en el diseño de interiores no solo es una tendencia experimental, sino que ofrece herramientas para optimizar experiencias en entornos comerciales, hospitalarios, educativos y residenciales.
La tecnología y la percepción del color
Los avances tecnológicos han permitido profundizar en el impacto del color sobre el ser humano. Según Ross, “Cada color transmite una vibración diferente que tiene un efecto biológico y psicológico en nosotros. Nos estábamos preguntando: ¿Cómo podemos diseñar con colores que influyan de forma positiva en la experiencia de las personas?”.
Pero y esto, ¿cómo se traslada a la práctica? Algunas de las tecnologías clave en esta exploración que ya se pueden empezar a utilizar son:
- Iluminación dinámica: La capacidad de ajustar la iluminación de un espacio según la hora del día, la actividad que se esté realizando o incluso el estado emocional de los ocupantes.
- Realidad aumentada y virtual: Permiten visualizar los efectos de diferentes combinaciones de colores antes de aplicarlas en el diseño físico.
- Neurociencia aplicada al diseño: Estudios recientes han demostrado que ciertos tonos pueden influir en la temperatura corporal, la concentración y el estado de ánimo.
- Sensores de respuesta emocional: Dispositivos que pueden monitorear el estado emocional de las personas y adaptar la iluminación o los colores de un espacio para mejorar su bienestar.
- Materiales inteligentes: Superficies que pueden cambiar de color o intensidad según la luz o la temperatura, permitiendo una mayor interacción con los espacios.
- Inteligencia artificial aplicada al diseño: Algoritmos que pueden analizar patrones de comportamiento y sugerir esquemas de color personalizados para mejorar la experiencia en interiores.
- Pinturas fotocrómicas y termocrómicas: Materiales que cambian de color en función de la luz o la temperatura, brindando versatilidad y dinamismo a los espacios interiores.
Qué puede suponer para el mundo del interiorismo a medio plazo
La integración de la tecnología en la percepción del color abre un campo de innovación disruptivo en arquitectura e interiorismo. En lugar de limitarse a una selección de paletas estáticas, se pueden plantear entornos dinámicos que reaccionen y se adapten a sus ocupantes o visitantes.
Así, no es de extrañar que pronto contemos con estudios que ofrezcan espacios con características como:
- Experiencias inmersivas: La iluminación combinada con frecuencias sonoras podría redefinir el diseño de espacios comerciales, hospitalarios y educativos, creando atmósferas que refuercen el propósito del lugar.
- Texturas interactivas: El uso de materiales que reaccionan al tacto con cambios de temperatura o color permite una mayor conexión sensorial en el diseño de mobiliario y revestimientos.
- Neuroarquitectura aplicada al color: Con la ayuda de sensores de respuesta emocional, crearemos entornos que mejoren el bienestar psicológico a través de estímulos cromáticos.
- Personalización total: Gracias a la realidad aumentada y a los materiales inteligentes, se permitirá elegir y modificar los colores en tiempo real, sin la necesidad de reformas físicas.
- Interacción con asistentes virtuales: Sistemas de inteligencia artificial que pueden modificar la iluminación y el color de una habitación basándose en la actividad mediante sensores biométricos.
- Aplicaciones terapéuticas: Los hospitales y centros de bienestar pueden utilizar iluminación y colores dinámicos para promover la recuperación emocional y física de los pacientes.
Estos avances ofrecen la oportunidad de diferenciar proyectos al ofrecer soluciones más interactivas, flexibles y centradas en el cliente. Integrar estas tecnologías en el proceso de diseño no solo puede enriquecer la experiencia de los usuarios finales, sino que también posicionará a profesionales del sector en la vanguardia de la innovación en interiorismo.

¿Hacia un diseño más intuitivo y emocional?
“Queremos que las personas comprendan que el color no es solo visual, sino una experiencia tridimensional que involucra todos los sentidos”, afirma Ross. De esta manera, la tecnología está permitiendo que el color se convierta en una herramienta más poderosa dentro del diseño, con aplicaciones que podrían ir desde el bienestar en oficinas hasta la creación de espacios terapéuticos enfocados en el bienestar humano.
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