Fugu, la añoranza de las viejas tradiciones

Fugu no tiene traducción a ningún idioma. Si realizamos una búsqueda en Google los resultados nos remitirán al pez globo más tóxico del mundo; nada que ver con esta tendencia. Los poetas clásicos ya hablaban del tempus fugit y, quizás por la volatilidad del tiempo, nos aferramos a épocas pasadas.

¿Qué es la tendencia Fugu?

Fugu es un estilo de vida que llega de China para rescatar viejas costumbres y tradiciones. La revista Suitcase describe esta filosofía como “una subcultura de milenials que están reviviendo tradiciones históricas”. Yang Chunmei, profesora de historia y filosofía china en la Universidad Normal de Qufu, ya divulgó esta tendencia en la revista Sixth Tone, en 2017, donde destapó que los jóvenes estaban abandonando las ciudades y vistiéndose solo con el tradicional hanfu.

Fugu reconecta a la Generación Y con la sociedad pretecnológica y con viejas formas de vida, pero con su conexión con los tiempos modernos: todo se comparte en redes sociales. Su máxima exponente es la vlogger china Li Ziqi.

Esta joven empezó a compartir su modo de vida en 2016 cuando se mudó a la provincia rural de Sichuan. En estos cinco años ha alcanzado 825.000 seguidores en Instragram y 15,4 millones de suscriptores en YouTube. Su canal ha conseguido en 2021 el título Guinness World Records por ser el más seguido en chino.

La vlogger Li Ziqi elaborando su propia ropa en la provincia rural de Sichuan, en China.

 

El contenido de sus vídeos se centra en la autogestión y en realizar las tareas a la antigua usanza: podemos verla construyendo muebles con bambú, tiñendo su ropa con pieles de frutas, cultivando sus alimentos o elaborando un futón a partir de su plantación de algodón. Todo esto con una estética cinematográfica que retransmite su gusto por las costumbres de antaño.

 

La satisfacción de ser autosuficiente

Gran parte de la filosofía Fugu se basa en la satisfacción de ser autosuficiente, y el éxito de Li Ziqi ha sido mostrar que sí se puede. Ella empezó en los terrenos rurales de su abuela, pero ¿y si una persona tiene que empezar de cero? Esta autosuficiencia se ha convertido en un gran lujo porque requiere disponer de tierras y tiempo para labrarlas.

El periodista británico Robbie Hodges hace referencia a una tendencia de Fugu elitista representada por jardineros como Arthur Parkinson que se dedican a cuidar sus flores, sus gallinas y… a compartirlo en Instragram.

 

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La esencia del Fugu está presente en Oriente y en Occidente, pero con distintos grados de intensidad. La profesora Yang Chunmei interpreta que la sociedad de China ha llevado esta tendencia hacia un extremo porque “las personas están desilusionadas con la sociedad consumista, industrial y en constante cambio de hoy en día y anhelan los idilios pastorales románticos de épocas pasadas”, explica.

 

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El Fugu en nuestro día a día

Los milenials de los países occidentales no dejan atrás sus hogares ni renuncian a ciertas facilidades de las ciudades, pero sí han empezado a realizar tareas como antaño y han recuperado estilos decorativos más rústicos donde las plantas son las protagonistas. Reconectar con la naturaleza es una de las características del Fugu y también se puede apreciar en la decoración de interiores.

 

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Esta tendencia también se ha introducido en los hobbies de las personas más jóvenes. Cultivar en huertos urbanos, apostar por los productos artesanales, con mayor ahínco si los pueden realizar de forma autónoma en talleres de cerámica, cocinar su propia masa madre, conservas, etc.

 

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Tempus fugit, decíamos al comienzo de este post. El tiempo vuela y, por ello, apreciar las cosas simples de la vida se ha puesto de moda. Huir del frenético ritmo de vida de las ciudades mientras coces tu nuevo bol de ensaladas donde disfrutarás de los brotes de tu propio huerto urbano se ha convertido en el placer que traspasa fronteras y edades.

 

Y tú, ¿has implementado el Fugu en tu vida sin saberlo? Cuéntanoslo en redes sociales a través del hashtag #ConnectionsByFinsa.