Maravilloso atardecer en la playa y nadie mira, todos apuntan con su smartphone. Llega julio, llegan las vacaciones y con ellas el momento de desconectar. La moda del detox digital se extiende y todos necesitamos un respiro de tanto aparato electrónico a nuestro alrededor. Tenemos alternativas para todos los gustos. ¡Enciende el modo ‘vacaciones’!

• Un campamento para adictos a las tecnologías.

  Bajo el lema ‘desconectar para reconectar’, Camp Grounded es un  campamento para yonquis que necesitan desengancharse de su adicción a la tecnología. Requisados los aparatos electrónicos, son sustituidos por un agitado programa de actividades analógicas nada barato, ya que ronda los 600 euros un fin de semana.

• Desconectando en la prisión.

  En Corea del Sur la gente hace cola para entrar en la cárcel. Se trata de Prision Inside Me, un programa para la reducción del  estrés que se limita a encerrarte en tu celda con tus pensamientos durante dos días. Hasta la comida la sirven por una abertura de la puerta, como en una auténtica prisión. ¿Por qué solo dos días? porque una vez dentro ¡algunos ya no querían salir!

• Un país con solo 28 páginas web.

  En Corea del Norte no es fácil conectarse a internet, pero aunque lo consigas, no hay mucho que ver. Desconexión asegurada y el privilegio de visitar uno de los países más herméticos del mundo.

 

• Desconectando cerca de casa.

  No es necesario hacer miles de kilómetros, en España contamos con un sinfín de establecimientos de turismo rural desconectados cuyos paisajes espectaculares compensarán la falta de cobertura.  Ante la moda de la desconexión, algunos de ellos emplean ahora como reclamo publicitario aquello que antes se consideraba una falta de servicio imperdonable.