Hay que lanzarse a la piscina porque nadie aprendió a nadar fuera del agua.
La piscina no termina en la superficie, hay mucha más agua a su alrededor. Fuera de los lugares comunes, fuera de lo establecido es ahí donde lo auténtico alcanza su plenitud, donde comienza la magia. Y ese es su sitio. Lánzate a la piscina.
En muchísimas ocasiones, tu día a día aumenta el estrés y disminuye tu rendimiento. De hecho, practicar deporte ayuda a relajarse. Pues, de la misma manera, darte un chapuzón en la piscina ayuda a reducir el estrés, relajarse y sentirse mejor.
Escuchas: <Lánzate. Lánzate a la piscina.> Y tú respuesta es: <bueno, no sé, déjame ver, quizás me dé un bañito rápido… > Tienes miedo, el miedo no sirve para nada.
Piscinas infinitas con el mar de fondo. El escenario de unas vacaciones perfectas.
¿No sabes lo que es la playa de una piscina? Llamamos así a la zona que queda a su alrededor, en torno al borde de la misma. Sí, ese borde que puede ser de diferentes tipos de materiales y tamaño en función de la estética que queramos proporcionar a este entorno.
Uno de los materiales más recurrentes en los bordes de la piscina es la madera, en el mejor de los casos natural. Eso sí, debemos dejarnos aconsejar a la hora de elegir un tipo de madera que sea tratada para exteriores y humedad. También la combinación de madera y césped es de lo más recurrente. Casar colores naturales como el marrón, verde y turquesa siempre nos dará esa visión de la naturaleza, sensación de paz y tranquilidad.
Vamos, lánzate a la piscina.